El niño, aún sin nombre, llegó al mundo con cuatro piernas, tres manos y dos penes, resultado de una malformación conocida como gemelo parasitario. Ocurre cuando uno de los gemelos nace con miembros de otro que no terminó de desarrollarse en el vientre de su madre.
Sus padres, extremadamente ortodoxos y supersticiosos, se asustaron tanto que pensaron en arrojarlo al río.
Sin embargo, el bebé se salvó de milagro, gracias a la rápida intervención del doctor Bharat Pal Danda. El médico contactó a los progenitores a tiempo para pedirles que llevaran al niño al Hospital Matra Chhaya que dirige.
El pequeño estaba en muy mal estado y lo derivó a otro hospital más sofisticado, en Jaipur, a 450 kilómetros.
Allí, un equipo de cirujanos le extirpó las extremidades adicionales. Según fuentes oficiales del Hospital SMS Medical Institute, confirmaron que la operación se realizó con éxito y que lo dejarán por lo menos una semana bajo observación.