Son 350.000 los argentinos que cada año se someten al zigzag de pasarelas que se monta frente a la embajada de los Estados Unidos, en el barrio porteño de Palermo. La incertidumbre atraviesa de punta a punta el recorrido hasta que los valientes viajeros se enfrentan al diplomático estadounidense que, tras un breve cuestionario, le agradece la visita y lo invita a retirarse. Aunque el proceso resulta exitoso para más del 95% de los postulantes la tarea previa puede resultar engorrosa y hasta (para algunos) convertirse en una trampa. Para el emprendedor estadounidense Jonathan Moyal, fundador de Oliver, acceder a una visa puede ser estresante, pero si se realiza con una asistencia amigable las probabilidades de ser rechazado son prácticamente nulas.

Moyal, de paso por Buenos Aires cuenta que desarrolló una plataforma online que permite afrontar las 250 preguntas que contiene el formulario DS-160 de la visa estadounidense de forma ágil y clara, para evitar sorpresas. "Muchos de los rechazos se dan a partir de errores que se cometen al rellenar el formulario, porque básicamente no está claro y eso es lo que proponemos facilitar", afirma el emprendedor de 28 años, que sufrió junto a su socio francés, Vincent Jaouen, las dificultades que presenta completar el proceso de visado. "Aunque parezca mentira, muchas veces, hay personas que reconocen en el formulario a una hija, cuando en realidad, es la hija del anterior matrimonio de su nueva novia", ejemplifica Moyal.

El mercado del visado a nivel mundial se estima en más de 50 millones de formularios y una torta de más de US$ 7000 millones anuales. Solo en la Argentina, representa un negocio de al menos US$ 54 millones.



El primer paso de Oliver se dio el año pasado, cuando a través de otro dominio, sus fundadores, concretaron una prueba piloto, pero Google les cerró el sitio después de facilitar la concreción de tres visados. Moyal reunía apenas US$ 2000 y cuando estaba a punto de darse por vencido, lograró avanzar con una nueva ronda de capitalización por casi US$ 1 millón. Con ese apoyo, el emprendedor lanzó la propuesta para la Argentina, México y Colombia, en septiembre de 2016.

"Elegimos esos países porque son los primeros de habla hispana, en volumen, en solicitar visas para ingresar a EE.UU", asegura su fundador, que hasta el momento canaliza casi la totalidad de sus operaciones desde la Argentina.

De las ocho visas procesadas en septiembre, la plataforma saltó a más de 250, en abril, 300, en junio y proyecta 500, para agosto de este año. "No somos la embajada ni muchos menos representamos al estado americano; al igual que otras agencias, buscamos facilitar la dinámica de acceso a una visa, pero lo hacemos totalmente onliney somos mucho más económicos", afirma Moyal, que ofrece un costo inicial de US$ 259 para concretar el proceso de la visa de turismo.
 
La Nación