Las imágenes que muestra el video son muy crudas: es el llanto desconsolado, nervioso, entrecortado de un chico de 13 años con sangre en la cara y al que algunas personas retienen en el centro de la ciudad de Córdoba.

A ese chico, menudito, lo atraparon los vecinos luego de que una joven comenzara a los gritos en plena calle, acusándolo de haberle robado junto con un cómplice de 14.

Aparentemente, también lo golpearon hasta hacerlo sangrar. Parte de lo que sucedió después, fue registrado por uno de los transeúntes y subido a las redes.

Todo ocurrió ayer alrededor de las 18 en la peatonal de la ciudad de Córdoba. Una chica que caminaba por allí denunció que le habían arrebatado el celular.

A los gritos, marcó a dos adolescentes que escapaban corriendo del lugar. Fue en la esquina de avenida General Paz y 9 de Julio que los vecinos atraparon al de 13, según las fuentes, y lo retuvieron hasta que llegó la Policía.



Lo que relataron los testigos es que lo sucedido después fue de locos: lo golpearon hasta que el chico quedó con la boca y la nariz ensangrentada, llorando y gritando sin desconsuelo.

Sergio Olmedo, comisario mayor, dijo que el tema de los golpes “es materia de investigación”. Y agregó: “Uno de los menores tenía una lesión en el labio, producto de un golpe, y el otro, en el codo. Por eso ambos fueron trasladados al hospital de niños y luego entregados a sus padres”.

La causa está en manos del Juzgado Penal Juvenil de VII Nominación de la ciudad de Córdoba.

En el video que circuló por redes sociales se ve cómo un grupo de personas retienen del brazo al chico de 13, luego que está tirado en el piso mientras una mujer lo revisa y un hombre le toma la cabeza en medio de una crisis nerviosa que conmueve.

Mientras, en las imágenes se ve y se escucha que alrededor del adolescente herido hay quienes lo defienden, otros piden llevarlo a la comisaría y quienes insisten en seguir pegándole. “Qué están haciendo, déjenlo!!!!”, vocifera una mujer.

Todo terminó cuando llegó la Policía y al chico lo trasladaron hasta el Hospital Infantil, donde fue atendido por el corte en el labio.

Su cómplice, de 14, también fue detenido y revisado por los médicos por un golpe en el codo. Ambos, luego, fueron restituidos a sus papás.