El verano se acerca en Europa: es tiempo de vacaciones, playa, viajes y actividades de ocio. Asistir a grandes festivales para disfrutar en directo de las mejores bandas es una opción que eligen miles de personas cada año.
Para los amantes del heavy metal, uno de los más esperados es el Wacken Open Air, en Alemania. Además de la música, allí fluye la cerveza: se calcula que cada asistente consume una media de 5.1 litros durante tres días de juerga.
La edición de 2017 se celebrará entre el 3 y el 5 de agosto, con la presencia confirmada de Volbeat, Alice Cooper, Status Quo, Megadeth o Marilyn Manson, entre muchos otros. La organización espera que aproximadamente 75.000 incondicionales del metal acudan a la cita en la pequeña población del norte de Alemania, que tiene una población de apenas 1.800 personas durante el resto del año. Esto genera un problema de aprovisionamiento: se necesitarán cerca de 400.000 litros de cerveza para garantizar que nadie pase sed. La cantidad de barriles sería desmesurada, así que alguien ha ideado una alternativa de lo más original.
La refrescante bebida no viajará a Wacken en camiones: lo hará a través de una impresionante cañería de 7 kilómetros de largo. Todo amante de la cerveza ha soñado alguna vez con abrir un grifo normal y corriente y ver brotar el dorado líquido en lugar de agua. Ese sueño se hará realidad en el festival Wacken Open Air siempre y cuando la tubería, en construcción en este momento, quede terminada y lista para funcionar según los plazos previstos.
Gracias a la cañería de cerveza, los atareados camareros podrán servir hasta seis cañas por segundo, reduciendo al máximo los tiempos de espera en las colas que los ‘metaleros’ formarán en cada barra. Está igualmente garantizado que la bebida llegue a las jarras a la temperatura adecuada: la tubería se está construyendo bajo tierra para que la ‘birra’ se mantenga fría.
"De esta forma no tendremos que depender de camiones que atraviesen a diario las instalaciones para transportar barriles de cerveza", explica Frederike Arns, portavoz del festival metalero. Los asiduos a la cita han recibido con alegría la noticia; y no son pocos los que tienen más ganas de probar una caña directamente extraída de la peculiar cañería que de vibrar con el sonido del metal. Desde luego, la fiesta promete.