Frustrado con su peso cada vez mayor, que había alcanzado 306,6 kilogramos, Ronnie Brower se puso a dieta, comenzó hacer ejercicio y bajó la sorprendente cantidad de casi 208 kilos.
Su esfuerzo de cuatro años, del que hizo una crónica en Facebook, le ganó la admiración de una mujer en el mismo gimnasio que también intentaba bajar bastante peso.
Brower y la admiradora, Andrea Masella, se unieron en el propósito común de bajar tallas y el sábado se casarán en Syracuse, Nueva York, donde viven. Ambos celebrarán sus nuevas vidas y bajaron en conjunto 262 kilogramos.
Nick Murphy, el entrenador personal de Brower, que también será su padrino de bodas, describió el idilio como "una pareja hecha el uno para el otro, una historia de película".
Masella, de oficio peluquera, dijo que ella y Brower tiene planeado continuar apoyándose no solo en su compromiso de mantener un estilo de vida saludable, sino también orientar e inspirar a los demás.
"Los dos utilizamos la comida como mecanismo de superación; yo sólo comería mis sentimientos", dijo Masella. "Hemos tenido mucha orientación para estar tranquilos y descifrar por qué comíamos de esa manera".
Brower, de 32 años, luce delgado, con el pelo corto igual que su barba, y está feliz ahora, pero recuerda cuando alcanzó su mayor peso y tocó fondo en 2013. Pesaba tanto que apenas podía salir de la casa de sus padres.
A petición de un amigo, Brower se comunicó con Murphy, dueño del gimnasio Mission Fitness. Bajo la dirección de Murphy, Brower dejó las drogas y el alcohol, siguió una dieta baja en carbohidratos y comenzó a hacer ejercicio tres horas diarias, comenzando con levantamiento de brazos sentado en una silla.
En 100 días, Brower había bajado 45 kilogramos y podía salir de su casa e ir al gimnasio a hacer ejercicio.
"Mi trabajo de 24 horas era volverme saludable y salvar mi vida", afirmó Brower.
La Voz