Saúl Álvarez ( 49-1-1, 34 KOs) se administró sobre el ensogado, manejó los tiempos a su antojo, distancias y nunca se sintió amenazado por un boxeador mucho más grande, pesado y con mayor alcance.
El color se paseó por el ring como quiso, sin despeinarse, y siempre salió bien librado cuando Chávez Jr. (50-3-1, 32 KOs) con sus raquíticos intentos trató de acorralarlo contra las cuerdas, encontrando muy pocas veces un hueco en la guardia del “Canelo”, y cuando lo hizo no tuvo el poder para hacer daño.
Tanto fue el dominio de principio a fin que Canelo lanzó 606 golpes y conectó 228, mientras que el Junior apenas lanzó 302 golpes y conectó 71, por lo que los tres jueces del combate vieron ganar al pelirrojo 120-108 para llevarse una contundente decisión unánime y el derecho a llamarse el mejor boxeador mexicano del momento.