Murieron 1517 personas; fue el peor desastre marítimo en tiempo de paz
El viaje inaugural del mayor barco del mundo a principios del siglo XX conmocionó al mundo. Primero por el lujo y las grandes dimensiones que tenía (269 metros de eslora), luego por la dimensión de la tragedia: murieron 1517 personas.
El Titanic zarpó de Southampton, Inglaterra, el 10 de abril de 1912, con destino a Nueva York, Estados Unidos. Se hundió al chocar con un iceberg el 14 de abril cerca de la medianoche. A 105 años de la tragedia, el peor desastre marítimo en tiempo de paz, tres teorías que intentan explicar el naufragio:
Los espejismos en el océano
Según reveló a LA NACION el historiador británico Tim Maltin, uno de los principales estudiosos del naufragio, una excepcional condición meteorológica -una especie de espejismo en plena noche- hizo imposible detectar a tiempo el iceberg contra el que chocó el buque.
El investigador afirma que "falsos espejismos" pudieron producirse aquella noche ya que es probable que colisionaran dos frentes de aire, uno muy frío y otro muy cálido. Su resultado es una ilusión óptica que altera la posición aparente de los objetos. "Es muy probable que los dos tripulantes en el puesto de vigía, en lo alto del mástil, hayan estado viendo, en realidad, un falso horizonte. Eso los habría engañado y les ocultó el iceberg hasta que fue demasiado tarde", conjeturó Maltin.
Cuando el Titanic abandonó la corriente cálida del Golfo para entrar en el frente frío del Labrador, los témpanos de hielo habrían sido muy difíciles de divisar en el horizonte. Eso sumado a que la tripulación no contaba con los largavistas obligatorios ya que fueron olvidados al zarpar desde Southampton.
Los remaches
Una vez descubierto en 1985 a casi 4000 metros de profundidad, abundantes estudios efectuados y fotografías tomadas revelaron que los remaches del casco no eran todos iguales, no tenían la misma composición y, además, no se colocaron todos de la misma forma.Los de la proa y los de la popa no eran de la mejor calidad, como los del centro del buque.
Los expertos Tim Foecke, del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología estadounidense, y Jennifer Hooper McCarty, de la Universidad John Hopkins, estudiaron los remaches del Titanic combinando análisis metalúrgicos con el estudio de la documentación del buque en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte), donde se construyó el enorme transatlántico.
Los ensayos en laboratorio mostraron que esos remaches, sometidos a una alta presión, pueden saltar, abriendo las planchas de acero del casco del Titanic y permitiendo la entrada masiva de agua en los compartimentos internos. Esto habría sido fundamental en el hundimiento total del barco.
La luna y la marea
Por último, el bello satélite natural que posee la Tierra también forma parte de las teorías. El escritor científico Richard Corfield, en un artículo que publica el Instituto de Física (IOP) británico, explica que tres meses antes del choque contra el iceberg, el 4 de enero de aquel año, se produjo el máximo acercamiento entre la luna y la Tierra en más de 1400 años, lo que generó una marea muy alta.
"Cuando los icebergs pasan por el Mar de Labrador, se quedan a menudo apresados en las aguas someras y pueden tardar varios años en soltarse y continuar su viaje hacia el Sur", explica Corfield, dando a entender que la marea excepcionalmente alta de enero pudo desprender muchos icebergs atrapados que retomarían su camino y alguno pudo acabar cruzándose con el Titanic, tal y como han sugerido Donald Olson y Russel Doescher (Universidad del Estado de Texas) en la revista Sky and Telescope.