Estimados lectores, he aquí un nuevo representante de los reclamos que ni sus propias madres harían por ustedes. Un fantasma de la web, de las redes, un caballero de los suburbios de internet. Un nuevo defensor de la savia ciudadana, ese elixir del que se alimentan políticos y gremialistas. El amigo público Nº1. Un vengador anónimo que no temblará en darle un tirón de orejas al sistema. Un hombre, o quizás una mujer. LV16.com sufrió la infiltración de “Juan de los Palazos”, pero usted, usted podrá elegir…
¡Que país Argentina, mamita querida! La Nación donde los violadores pueden caminar libres por la calle y casi que hay que pedirles disculpas por señalarlos con el dedo.
Y encima se afirma que no los pueden visualizar en un registro nacional porque es “estigmatizarlos”. Aunque hay que entender que es una decisión. Una decisión del Estado, la Justicia y las instituciones. Chicas muertas y no estigmatizar violadores. Proteger al asesino y descuidar a la víctima.
Que lo pario… uno ya no sabe de qué agarrarse, dónde aferrarse. Acá no se pide que ejecuten a nadie, pero un tipo que viola una mujer debe ser condenado a cadena perpetua y permanecer ahí por siempre. Pudrirse en la cárcel.
Pero no, porque después vienen
jueces como este muchacho Carlos Rossi y los libera. Total, ya estuvo algunos meses preso, seguro recapacitó, se arrepintió y se curó. ¿Qué puede hacer si lo liberan? A lo sumo violará otra chica, macho, pero no te preocupes que algo peor no creo que haga.
De yapa, el padre Julio César Grassi
podrá salir antes de prisión a pesar de ser condenado por abuso sexual a menores. ¿Y a este por qué lo liberan? ¿Por rezar mucho tras los barrotes?
Al fin de cuentas, esa es la enseñanza que quedará para los más jóvenes. Hagan lo que quieran chicos, incluso violen y maten mujeres, que si en la cárcel no dicen muchas malas palabras y no piensan en cosas obscenas a los pocos días te largan.
¡Justicia argenta!
Juan de los Palazos