Qué dice la ley, quiénes pueden hacerlo y qué criterios se consideran.
Cada año, cientos de personas deciden donarle un órgano a algún familiar que lo necesita para seguir viviendo. Según estadísticas del Incucai, en 2016 se realizaron 1694 trasplantes: 1273 provenientes de donantes fallecidos y 412 de donantes vivos.
El protocolo de donación de órganos en personas vivas está encuadrado dentro de la Ley 26.066 y detalla cómo se debe proceder para realizar esta práctica, según el grado de cercanía entre el donante y el paciente. "Es extremadamente restrictiva, muy buena desde el punto de vista ética y legal, porque evita que existan condicionamientos fuera de lo afectivo a la hora de tomar la decisión", asegura María del Carmen Bacqué, presidenta del Incucai, que destaca la importancia de confiar en la transparencia del sistema.
Las claves de la donación están relacionadas con criterios estrictamente médicos y, en algunos casos, presentaciones ante un juez que acepte este proceso.
Quiénes pueden donar
La ley sólo habilita la donación entre personas vivas -y mayores de 18 años- cuando existe una relación de consanguinidad de hasta el cuarto grado. La única excepción para los menores de edad está dada a hermanos idénticos en el caso del trasplante de médula, previa autorización de los padres.
Sin embargo, en el caso de que sean personas cercanas -pero no familiares directos-, se puede recurrir a la justicia para que un juez evalúe los antecedentes de los donantes "no relacionados" y consulte al Incucai para que habilite la donación. "Cuando el juez interviene, no opina de lo médico, sino que disipa cualquier duda respecto de una coerción o un condicionamiento de ese donante", aclara Bacqué.
En 2015, y por primera vez en la Argentina, se hizo una "donación cruzada" entre dos pares de familiares. El caso tuvo como protagonista al periodista Jorge Lanata -y a su mujer-, quien se sometió a una cirugía junto con una madre y su hijo, previa aceptación de la justicia. "Es interesante para la utilización en aquellos pacientes que tienen muy pocas chances de recibir un donante por distintas causas: su grupo sanguíneo, están hipersensibilizados y con anticuerpos", asegura.
¿Qué ocurre si una persona viva quiere donarle un órgano a un desconocido? En este caso, puede inscribirse como donante, pero no puede elegir a quién donárselo.
Cómo es el proceso de donación
El primer paso es la inclusión del paciente en la lista de espera: esto sólo puede hacerlo un profesional habilitado.
Luego, el equipo evalúa si existe una decisión voluntaria de la familia y se hace un primer estudio de histocompatibilidad para determinar, dentro del mismo grupo familiar, cuál es el mejor donante.
A él se la hará un estudio muy estricto para que la cirugía no le genere ninguna situación de riesgo: sólo podrá ser sometido a la ablación de un riñón o del hígado.
"La ley también requiere que un equipo externo evalúe al donante para que se analice si efectivamente no existe ningún condicionamiento ni presión", afirma Bacqué.
Por último, los médicos deciden cuál será el donante y, tras la operación, hacen un seguimiento.
Dónde hay que anotarse para donar
Los canales para expresar la voluntad sobre la donación de órganos y tejidos son múltiples: registrándote en la web del Incucai o llamando al 0800-555-4628, asentándolo en el Documento Nacional o firmando un acta de expresión de voluntad en el Incucai.
Asimismo, la ley aplica el 'consentimiento presunto atenuado', esto significa que si la persona no se opuso en vida a la donación, se la considera donante, dándole la prerrogativa al grupo familiar para que pueda expresar la voluntad del fallecido.
¿Querés saber si tu voluntad ya está registrada? Ingresá al Registro y chequealo con tus datos.
El caso de los extranjeros
Aquellas personas que no residan en el país pero que necesiten hacerse un trasplante, deberán venir a la Argentina junto con el donante vivo. Los extranjeros no integran las listas de espera de trasplantes.