Son acusados de hacer negocios fraudulentos con empresarios favorecidos por la obra pública.
El diputado nacional Máximo Kirchner estuvo apenas 20 minutos en los tribunales de Comodoro Py. Había sido citado por el juez federal Claudio Bonadio en la causa Los Sauces, donde es uno de los imputados y acusado de hacer negocios fraudulentos con empresarios favorecidos por la obra pública.
Según informó su abogado, Carlos Beraldi, Máximo Kirchner presentó un escrito y se negó a responder preguntas.
En tanto, su hermana, Florencia Kirchner, utilizó la misma estrategia esta mañana. En el texto denunció una "persecución política".
El caso
Los Sauces S.A. es una inmobiliaria de la familia de la ex Presidente que tiene algunos antecedentes que llamaron la atención de la denunciante, la diputada Margarita Stolbizer, y del fiscal que interviene en el expediente, Carlos Rívolo. Por ejemplo, en su historial registra sólo dos empleados -uno de ellos es el jardinero de CFK-, no cuenta con una oficina o sede de operaciones y en sus balances no se registraron movimientos financieros entre 2006 y 2009, cuando se realizó una inversión de $9.625.000.
Si bien la causa se inició por una presunta falsificación de documentos, el expediente tomó un rumbo propio y ahora el juez Bonadio investiga la comisión de delitos más graves como lo son el "cohecho" (pago de coimas) y el lavado de activos.
La pericia contable arrojó que Los Sauces tuvo sólo dos inquilinos privilegiados: los empresarios Lázaro Báez (86% de la facturación) y Cristóbal López. Ante la ausencia en la mayoría de las transacciones de documentación respaldatoria, una de las hipótesis de la investigación es que los empresarios giraban dinero a los Kirchner a través de pagos por alquileres, como una suerte de devolución de favores a partir de negocios realizados con las obras públicas que el anterior gobierno les adjudicaban.