Todo exceso es un “mensajero” algo nos viene a decir. Todo exceso tapa un síntoma.
Generalmente hay un exceso más visible y es el relacionado con el cuerpo, con el exceso de peso, pero cuando hay uno, es porque hay otros más.
Exceso de compras, excesos de comida, exceso de gastos, exceso de pensamientos, excesos de deudas, excesos de rencores, excesos de alcohol, exceso de cansancio, exceso de trabajo, etc.
Los excesos vienen del miedo, de la carencia, de la falta de conexión con alguna parte del cuerpo, con esa verdad que necesitamos para “ser libres” de eso que tanto cargamos.
“Los excesos son una energía de reserva” ENERGIA EN POTENCIA, dime cuántos excesos cargas y te diré todo lo que tienes para dar:
Así como comes, vives… Así como comes, eres una proyección de quien crees ser en tus emociones, en tu trabajo, en tus relaciones, en la vida.
Reconciliarse con los excesos, implica ser libres, es decir, estar consciente de las elecciones que tomamos y consecuencia de ello tendremos Paz; experiencia que se siente física, mental y espiritualmente.
Todo lo que uno hace en la vida es una elección. CAMBIAR el pensamiento “TENGO QUE” ir a trabajar POR, “elijo hacerlo”, DEBERIA empezar la dieta, por “elijo aprender a comer sano para sentirme bien”.
La mayoría de las personas que tienen problemas con el cuerpo, peso y comida expresan
“LO QUE YO MÁS QUIERO ES BAJAR DE PESO”
La pregunta mía es ¿para qué? ¿Cuál es tu intensión?
Muchas cosas de la que se creen que se van a obtener cuando se esté delgada/o, o se obtenga el peso deseado, se pueden hacer ahora mismo.
No se puede ser libre si no amamos nuestro cuerpo.
No se puede ser libre en un camino de restricciones
No se puede ser libre si ponemos condiciones para amarnos: “cuando estÉ más flaca voy a quererme”, no es a costa de castigos, sino de amarnos.
“ES A TRAVÉS DEL CUERPO COMO TE MARAVILLAS DE LA VIDA”
Entonces, ¿cuántos excesos acumulás? o ¿cuántas conductas excesivas tienes? Con tan sólo modificar una, en cualquier ámbito de la vida, ya se empiezan a modificar las demás, porque nos modificamos a nosotros mismos.