Una llegada tarde a los festejos en Asunción, la posterior excusa de "inconvenientes de agenda doméstica" y un resultado adverso concreto.
La presidenta Cristina Kirchner canceló ayer en Paraguay una reunión bilateral que había pautado con su par de Chile Sebastián Piñera y la relación con el país trasandino se tensó mucho más de la cuenta.
La agenda del encuentro entre los presidentes de Chile y la Argentina era amplia. Pero había más quejas del lado de Santiago que de Buenos Aires. Por esto, ayer quedó en evidencia que a Cristina Kirchner le resultó más cómodo postergar la cita con Piñera y dejar todo congelado hacia adelante . Aunque no por mucho tiempo. Es que para los próximos 21 y 22 de este mes está prevista una gran reunión de los ministros de ambos países en Santiago, donde se abordarán todos los temas conflictivos de la relación bilateral.
"Será una reunión de catarsis, pero también esperamos resultados concretos y no sólo chispazos", se sinceró ayer ante LA NACION un destacado funcionario de la Cancillería.
En el listado de reclamos que tiene Chile hacia la Argentina hoy figuran las trabas comerciales a la importación de productos que impuso Guillermo Moreno con mayor fuerza en los últimos tiempos a empresas de Santiago; los inconvenientes que tiene en la Argentina la empresa aérea LAN con la compañía de servicios de rampa Intercargo, que está intervenida por el Estado, y la parálisis en obras de infraestructura binacional. Aunque del lado argentino también se quejan gobernadores y empresarios por los proyectos de minería compartidos entre Chile y la Argentina que recibieron muchos anuncios oficiales y elogios, pero que hasta el momento no avanzaron demasiado.
Cristina Kirchner estuvo ayer en Paraguay para compartir con otros jefes de Estado la asunción del nuevo presidente, Horacio Cartes . La Presidenta había llegado antenoche a Asunción y ayer mantuvo una audiencia privada de 20 minutos con el nuevo mandatario paraguayo, pero luego se fue raudamente de Asunción. Por esto, en la comitiva de Piñera hubo sorpresas ante la cancelación de la reunión bilateral.
"Esto es más de lo mismo, ya nos hemos acostumbrado", reflexionó con tono resignado e irónico un funcionario de la cancillería chilena consultado por LA NACION.
No obstante, en Chile creció el malestar con la Argentina por el incremento de licencias no automáticas y otras trabas a la importación que fija Moreno arbitrariamente. Algunos empresarios y diplomáticos chilenos añoran los tiempos en que el fallecido embajador en Buenos Aires Adolfo Zaldívar tomaba unos mates en el despacho de Moreno semana de por medio y solucionaba los inconvenientes.
El nuevo embajador chileno en la Argentina, Milenko Skoknic, tendrá que remar bastante para recomponer lazos con Moreno. Y el diplomático trasandino no las tiene nada fácil: es que no sólo deberá enfrentar el humor del controvertido secretario de Comercio sino que también tendrá que lidiar con la presión de los reclamos que hay en su país y viajar a Cuba en forma continua, porque es uno de los representantes de Chile en la comisión de diálogo por la paz entre las FARC y el gobierno de Colombia.
AVIONES Y MINERÍA
Otro de los conflictos que al propio presidente Piñera le preocupan en la relación con Buenos Aires es la escalada de conflictos que hay con la empresa LAN. Si bien esta compañía aérea opera en la Argentina es de capital chileno. Desde hace tiempo que esa empresa no logra destrabar los problemas de demora que sufren los vuelos por los servicios de rampa de Intercargo. Esta empresa fue intervenida por el Estado argentino, y a pesar de que LAN le pagó una deuda de más de 20 millones de pesos que le reclamaba por modificaciones de tarifas, aún no cesaron las medidas de protesta y el trabajo a reglamento de Intercargo.
Las obras de infraestructura en la cordillera de los Andes también es otra piedra en los zapatos para Chile, ya que en la Argentina no dan muestras de avanzar demasiado con las promesas asumidas.
El área de integración minera es otro sector complicado. Anteayer hubo una reunión para calmar los caldeados ánimos de empresarios y trabajadores. A lo largo de dos días se reunieron en Santiago los referentes de ambos países de la Comisión Administradora del tratado sobre integración y complementación minera. Allí se analizó el desarrollo de los proyectos Lama Pascua, Vicuña y Pachón, y hubo un compromiso de las operadoras de continuar con las inversiones.
La agenda bilateral es demasiado compleja como para rehuirle a encuentros presidenciales.