Pregunta polémica: ¿La economía afecta la elección de la pareja? La respuesta es sí. Al menos eso dicen estudios realizados en los años 50, 60, 70 y una gigantesca investigación hecha por investigadores norteamericanos en varios países del mundo a fines de los '80.

Al momento de conformar parejas a largo plazo, la mayoría de los hombres prefieren mujeres jóvenes y de alto atractivo físico, mientras que ellas prefieren hombres con recursos económicos y estatus social.

Estos científicos dan un ejemplo muy actual de su hipótesis: el multimillonario candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, y su ex mujer. No hay que hacer mucho esfuerzo para encontrar una pareja conformada por un hombre con recursos económicos y una bella mujer más joven.

Los motivos: este estudio se basa en los estudios sobre la evolución de Darwin. Como la procreación le implica mucho más trabajo a la mujer que al hombre, la mujer es también más previsora al momento de elegir su pareja. Por eso está más interesada en alguien que pueda "invertir" recursos en ella y sus hijos.

Otros estudios sobre el divorcio corroboran esto: muchas mujeres citan como motivo de la separación el fracaso económico de sus maridos.

Hay que aclarar que la apariencia física y los recursos no son los únicos elementos que guían la elección. En el estudio también aparece que ambos sexos le dan gran importancia al amor y al cuidado recíproco de la pareja.

Claro que no sólo se puede explicar la elección de una pareja sólo por la economía. El psicoanálisis dirá que hay una identificación de la otra persona con algunos rasgos paternos o maternos. O que el yo ideal se mezcla con el ideal del yo, pero es un tema muy complejo.

La sociología dirá que una mujer rica difícilmente se enamore de un mendigo porque nunca se cruzarán en la vida. Es decir, mientras la primera posiblemente meriende en el lobby del Hotel Alvear, el segundo difícilmente llegue alguna vez en la vida a merendar fuera de su casa.

Como sea, la psicología le da una respuesta a la pregunta: sí, el bolsillo influye en la elección de la pareja.

(Pablo Fernández Blanco - La Nación)