Un amor imposible puede darse por la distancia que separa a dos enamorados. Puede ser imposible por diferencias religiosas. Puede ser imposible por la diferencia de edades. Pueden existir miles de motivos. Pero todos se superan. Justamente por amor. Pero apareció una relación pocas veces vista. Entre un gato y una perra.
Como no podía ser de otra manera, los personajes de esta historia son Romeo, un gato de pelo rojizo, y julieta, una perra schnauzer de pelo gris. Se enamoraron vagando por las calles de California, sin tener dueños ni casa. Compartían religiosamente la poca comida que encontraban al día y no se separaban ni un instante.
Hasta que un día alguien hizo algo por ellos. Un hombre los vio juntos debajo de un auto. Refugiándose de una lluvia impiadosa. Cuenta lo que vio: "Era una escena de película. De una ternura pocas veces vista. Los dos estaban mojados y uno al otro se lamían para secarse. Estaban juntos para darse calor. Si eso no era amor, el amor ya no existe".
El hombre llamó a los voluntarios del Chula Vista Animal Care Facility, en California, una ONG que recupera animales de la calle y los da en adopción. Los miembros fueron a buscar a Romeo y Julieta y los llevaron al Centro. Pero surgió un problema imprevisto.
Respetando las reglas de la estructura, después de la revisación médica de cada uno, Romeo y Julieta fueron separados. Él con los gatos y ella con las perras. Un voluntario explica lo que sucedió: "Un desastre. La separación fue un trauma para los dos. Desde el instante que lo hicimos comenzaron a sufrir y llorar".
La responsable del refugio, Amanda Mills, explica: "La praxis de este lugar es que perros y gatos vivan en sectores diferentes, pero en este caso hicimos una excepción. A Romeo le faltaba tanto Julieta que no quiso comer desde el momento de la separación. Y ella dejó de jugar automáticamente. No podíamos dejar que sufrieran".
La solución fue crearles un espacio sólo para ellos. Y desde el momento del reencuentro, todo volvió a ser como antes. Romeo volvió a comer y ella a jugar como antes. Inseparables como antes.
Ahora sólo falta un detalle. Y Amanda lo explica: "Tenemos que encontrarles una familia que los adopte. No permitiremos que sufran otro trauma como cuando los separamos al llegar. Están esperando tener otra vida. Una lejos de las calles y en un hogar. Pero tienen algo a favor: esa nueva vida la esperan juntos. Y para ellos es una enorme felicidad".
Hay amores imposibles. Por distancias, por cuestiones religiosas, por diferencias de edad y hasta por familias que se oponen, como en el caso de los amantes de Verona. Es frase ultra conocida la que refleja que una pareja se lleva mal: "como perro y gato".
Hay amores imposibles. Como el que puede existir entre un gato y una perra. Pero allá en California, Romeo y julieta se conocieron en las calles.Un par de desheredados, sin rumbo fijo y sin un mañana cierto. Y se enamoraron. Y se cuidaron mutuamente. Y ahora esperan ser adoptados. En pareja. Porque al fin y al cabo, no hay amores imposibles.
(Gustavo Londeix / Clarín)