La diferencia entre las atletas fue de tan solo siete milésimas y tuvo que definirse a través del foto finish, el sistema electrónico que determina qué atleta cruzó primera la línea de llegada en las carreras de atletismo.
La bahamesa Shaunae Miller se lanzó de cabeza en la meta en un ajustado final con Allyson Felix y se llevó la medalla de oro en los 400 metros femeninos en Río 2016. Su actitud generó polémica, pero el reglamento la permite.
A pesar de lanzarse con los brazos hacia adelante, esta parte del cuerpo no se tiene en cuenta para determinar quien cruzó primero la línea de llegada, sino que fue la posición de sus hombros la que le valió la victoria.
"Los participantes serán calificados en el orden en que cualquier parte de su tronco (y no la cabeza, el cuello, los brazos, las piernas, las manos o los pies) alcance el plano vertical del borde más próximo de la línea de llegada", dice el reglamento de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés).
De esta manera, lo que se debe tener en consideración a la hora de determinar al ganador son los hombros o el pecho, que generalmente son las partes del cuerpo que cruzan primera la línea de llegada.
En el caso de Miller, es la parte superior de sus hombros la que se tiene en cuenta para determinar que superó a Felix, a pesar de que sus brazos extendidos estén más adelante. La bahamesa cerró la vuelta a la pista en 49.44, mientras que la norteamericana lo hizo en 49.51.