Nuestro cuerpo es un organismo que se pone en marcha gracias al alimento físico, la comida, y al alimento emocional, el amor, el afecto. Si éste último falla, la mente busca canales para expresar su malestar. La compulsión ante la comida, la inapetencia, la necesidad de perder peso, la incapacidad para ganarlo o cualquier desorden alimentario son algunos de los canales que nuestra psique utiliza para avisarnos de que algo no marcha como debiera.
La alimentación, por tanto, no sólo nos sirve como fuente de energía; también puede tener la capacidad de acallar conflictos psicológicos que no podemos expresar. No sólo comemos por nutrición y hambre físico, sino que también lo hacemos por placer y por hambre emocional.
Sabían que lo que refuerza y da continuidad a situaciones de
MIEDO, con respecto a la comida, los desórdenes alimentarios, adicciones, etc, tiene que ver con la magnitud de la
CREENCIA, con la
ACTITUD que no se cuestiona y mecanismos neuronales que se han creado y envuelven procesos fisiológicos, ansiedades y dependencias químicas sea cual sea como mecanismo de enfrentamiento.
Si llegaste a leer esto, es porque realmente quieres un
CAMBIO, pero vuelvo a repetir por más indicaciones que un especialista te dé, Si tú no quieres trabajar por ti y para ti, cuando el dolor por cambiar aún es más grande que el dolor de quedarte igual, te conviertes en un "máster de excusas y Ojalá".
No sólo es la cantidad, la calidad y la distribución semanal de los alimentos lo que se necesita para lograr hábitos saludables, nuestra
MENTE es quien nos condiciona, desde nuestras experiencias pasadas hasta nuestra perspectiva, la manera en cómo miramos el mundo que se lleva la mayor parte.
Con esto quiero decir, que cuando en medio de una situación en el que las emociones ganan, la persona se come tres helados, se traiciona a sí mismo y acto seguido aparece la culpa, todos hemos pasado por esto de alguna manera.
Cada vez que nos fallamos al prometernos algo o perdemos la conexión con el propósito mayor por calmar una ansiedad, por poner expectativas ilógica basadas en una balanza, en sufrir a costa de unos kilos, nos alejamos de la meta...
"PEQUEÑAS MUESTRAS DE AMOR PROPIO AYUDAN, PORQUE EL AMOR DEJA POCO ESPACIO PARA EL MIEDO Y ESTO NO ES DE UN DÍA PARA OTRO".
No se trata de seguir una dieta que haga falta fuerza de voluntad. Se trata de mantener motivación y disposición al cambio de hábitos que tú mismo has diseñado, porque quieres, porque comprendes que te beneficia y porque disfrutas con ellos. Te centras en el proceso y no el resultado, que es una consecuencia, pero no un fin.