La combinación de lluvias excesivas y un otoño-invierno más frío que el de otros años no sólo ha sido letal para la soja y ha comenzado a amenazar las buenas perspectivas para trigo y maíz: el maní, cultivo casi 100 por ciento cordobés, también está sufriendo con dureza las inclemencias climáticas.
Según la segunda estimación de producción de maní para la campaña 2015/16 de la Bolsa de Cereales de Córdoba, el saldo que dejará este ciclo es negativo por todos lados: hay 34 mil hectáreas que no se cosecharán y la producción se reducirá un 22 por ciento hasta 854.900 toneladas en Córdoba y 916.200 toneladas contabilizando las hectáreas sembradas en San Luis y La Pampa.
Estas cifras constituyen los peores registros al menos desde la campaña 2010/11, según los datos divulgados por la entidad bursátil local.
Lluvias que atrasan
“Los eventos climáticos acontecidos en estos últimos meses, lluvias y bajas temperaturas, han afectado significativamente al cultivo del maní, sobre todo en sus tareas de cosecha”, sintetiza el reporte de la Bolsa.
Actualmente, el avance promedio es del 30 por ciento en toda la provincia, siendo los departamentos con más alto porcentaje General Roca (44 por ciento), Juárez Celman (38 por ciento) y Presidente Roque Saenz Peña (42 por ciento). Por otro lado, La Pampa presenta un avance del ocho por ciento y San Luis, un 42 por ciento.
“Las inundaciones y lluvias han ocasionado también importantes pérdidas de la superficie cosechable en toda el área manisera, sumando un total de 34 mil Has que ya no se van a cosechar”, agrega el informe. El dato no es menor: hace un año, la cantidad de hectáreas perdidas había sido de apenas cuatro mil.
Pérdidas al por mayor
Lógicamente, esto impactó en los rindes: de 35 quintales por hectárea que se habían obtenido en caja en la campaña pasada y que la Bolsa había estimado para este ciclo en abril, ahora se redujeron a 31 quintales. Así, de 996.700 toneladas en caja que se esperaban de producción en caja (672.600 en granos) en abril, la estimación se derrumbó a 854.900 toneladas en caja (611.300 en granos) ahora.
Sumando San Luis y La Pampa, la caída es desde 1.188.400 toneladas en caja inicialmente proyectadas a 916.200 toneladas.
Y las pérdidas no son sólo en rendimientos: hay muchos granos con daño tipo 1 (helados) y tipo 2 (podridos y con moho externo).
Puntualmente, el 72 por ciento de los daños corresponde a granos helados, siendo los departamentos Juárez Celman, Roque Sáenz Peña, Río Cuarto y Río Primero, los que más casos registraron. El 28 por ciento restante corresponde a moho extremo (17 por ciento) y granos podridos (11 por ciento), detectados en las regiones General San Martin, General Roca y Río Cuarto.
Evaluación oficial
Esta situación complicada valió un comentario por parte del Ministerio de Agroindustria en su último informe de Estimaciones Agrícolas.
Según este reporte oficial, entre otras cosas, la humedad ambiente y las lluvias no permiten finalizar la trilla de los cuadros de maní en Laboulaye, cuya calidad y rinde empieza a deteriorarse. Del mismo modo, “en Río Cuarto la cosecha es lenta y se está perdiendo mucho, por desprendimiento”, agrega el informe.