Podría impregnarse en la ropa o incluso inyectarse en el cuerpo humano para luego ser detonado
En un espeluznante avance del ingenio terrorista, la red de Al-Qaeda con operaciones en Yemen dispondría de una nueva generación de explosivos líquidos indetectables que podría convertir una prenda textil o un cuerpo humano en una poderosa bomba, según dejó trascender ayer la Casa Blanca.
Aunque la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) norteamericana siempre se mantuvo alerta por el uso de explosivos líquidos -como el que se usó en un avión en un fallido atentado en la Navidad de 2009-, la nueva tecnología les permitiría a los terroristas empapar la ropa en esos fluidos para, una vez secas, convertirlas en bombas letales.
"Es un novedoso explosivo líquido, que puede absorberse en la ropa, en una tela o tejido, y convierte esos tejidos en explosivos, sin que los medios tradicionales los detecten", consigna un informe de los servicios de inteligencia norteamericanos.
Se especula con que la nueva tecnología fue desarrollada por Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), con sede en Yemen y en la que milita el saudita Ibrahim al-Asiri, un notorio fabricante de bombas al que se le adjudica ser el cerebro detrás la ropa interior explosiva y de experimentar con el implante de esos dispositivos líquidos en cuerpos humanos por medio de cirugías.
Por su parte, las agencias de inteligencia británicas sospechan que cirujanos vinculados con Al-Qaeda consiguieron implantar en el cuerpo de terroristas suicidas explosivos que son detonados mediante la inyección de un líquido especial y que, en la actualidad, son indetectables para los escáneres de los aeropuertos.
Un funcionario norteamericano, que pidió mantener el anonimato, informó que la principal preocupación de las agencias de inteligencia es detectar a los que llaman "Frankenbombers", atacantes suicidas que podrían llevar un dispositivo explosivo improvisado cosido en alguna cavidad corporal.
Hace un año que los ingenieros de la red terrorista fundada por Osama ben Laden y Ayman al-Zawahiri seguían estudiando técnicas para transportar explosivos dentro de los aviones, consignó ayer en su página web el diario británico Daily Mail.
La TSA no hizo comentarios específicamente sobre el nuevo dispositivo líquido, pero un funcionario dijo: "Como siempre, nuestra postura de seguridad en todo momento incluye una serie de medidas tanto visibles como inadvertidas y seguirá respondiendo adecuadamente para proteger a los estadounidenses de una amenaza en constante evolución".
John Pistole, jefe de la TSA, reveló el mes pasado detalles de una versión nueva y mejorada de la bomba en la ropa interior, y dijo que "posiblemente" habrían sido descubiertos por la investigación TSA. Uno de esos prototipos fue entregado el año pasado a un doble agente, que luego lo puso en manos de los servicios de inteligencia occidentales.
Sin especificar el blanco o el tipo de ataque, la Casa Blanca ordenó el fin de semana último el cierre temporal de sus misiones diplomáticas en 23 países del norte de África y Medio Oriente, incluido Israel.
Junto con los cierres de las embajadas, las autoridades norteamericanas además aumentaron las medidas de seguridad con el aumento gradual de la utilización de alguaciles aéreos federales en los vuelos con destino a los Estados Unidos.
La nueva tecnología terrorista, por el momento indetectable para los servicios de seguridad, fue revelada en momentos en los que los servicios de inteligencia norteamericanos se encuentran bajo el escrutinio público después de haber sufrido una sangría de información clasificada filtrada por jóvenes analistas a los medios de prensa internacionales.
Ese golpe, además de dañar la imagen de la Casa Blanca, inició un debate en el que se cuestiona el control efectivo de la administración sobre las agencias de inteligencia.
EVACUACIÓN NORTEAMERICANA EN YEMEN
Ante la alerta global lanzada por la interceptación de instrucciones dadas por la cúpula de Al-Qaeda para cometer atentados en Yemen, Estados Unidos evacuó ayer a 75 funcionarios de su embajada en Saná y urgió a todos sus ciudadanos a partir inmediatamente de ese país árabe.
Los miembros del personal de la embajada de Estados Unidos en Yemen fueron evacuados en la mañana de ayer en un avión militar norteamericano que se dirigió hacia la base de Ramstein, en Alemania.
En línea con su aliado norteamericano, Londres también hizo evacuar a todo su personal diplomático en la capital de Yemen.