La siembra empieza a tomar ritmo, pero sigue desarrollándose de forma trabada. Una serie de indicios hacen prever que se tratará de una siembra larga y dificultosa.
Según indicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario, a esta altura del año pasado, había agua en profundidad pero a pesar del ambiente de alta saturación, no se producían las tannecesarias precipitaciones para la cama de siembra. Esta vez, la oferta de agua y el ambiente de saturación se han mantenido hasta hace poco.
Recién en estas últimas semanas se ha instalado una masa de aire frío y seco que está permitiendo reacomodar los lotes, permitiendo de vuelta la transitabilidad de las maquinarias, y esto es muy importante para sostener la posibilidad de sembrar la cobertura de intención de siembra proyectada por la BCR en 4,7 millones de hectáreas.
SIEMBRA LARGA Y DIFICULTOSA
Por eso la siembra empieza a tomar ritmo, pero sigue desarrollándose de forma trabada. Todos estos indicios hacen prever que se tratará de una siembra larga y dificultosa, pero no se puede dejar de señalar los siguientes aspectos fundamentales:
El agua está muy lejos de presentarse como una limitante. Más aún, hay muchos casos en que son los excesos, el barro y los problemas que dejó la última cosecha podrían limitar la siembra. Por esta razón es tan bienvenido el clima, aunque frío seco al fin.
El factor económico está teniendo una importante relevancia y está alineado con el factor agroclimático para decidir las siembras de este año. Por primera vez, van en el mismo sentido ambos y no son una limitante para incluir al trigo. A diferencia de los últimos ciclos de trigo en Argentina, el trigo se encarama entre las mejores opciones de rentabilidad, incluso le saca varias cabeza a su competencia más directa, la cebada. La incertidumbre comercial y los malos resultados económicos son un escenario pasado y la necesidad de utilizar el suelo para bajar las napas y darle un uso productivo al agua que hay en exceso, sumado a los temibles problemas de malezas que se generalizaron en todo el país, incentivan el incremento de trigo. Hay agua, planes de siembra en todas las regiones con niveles buenos a excelentes defertilización y frío. Aunque es cierto, que ésta va ser una siembra larga y dificultosa, los signos más importantes son favorables al cultivo. Por lo tanto, para el trigo 2016/17 se proyecta un 34% de aumento en la superficie total sobre las coberturas del anterior ciclo agrícola.