Lo estima un informe de la Bolsa rosaria, por las intensas lluvias de abril. En total, allí se cosecharon 21,3 millones de toneladas esta campaña.
Con un mes de atraso en comparación con la campaña pasada, en la zona núcleo acaba de finalizar la cosecha de soja más complicada de la historia por los problemas de piso que generaron las constantes lluvias de abril, que inundaron y encharcaron lotes que estaban listos para levantarse.
En total se trillaron 21,3 millones de toneladas de la oleaginosa en el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y Córdoba y en el sureste de Entre Ríos, pero una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calcula que sin el “bloqueo húmedo” del otoño se hubieran alcanzado unas 24 millones de toneladas (es decir, casi 3 millones de toneladas más), y con la “chance” de trepar hasta las 25 millones de toneladas si las condiciones climáticas acompañaban.
En la zona núcleo esta campaña se sembraron 6,1 millones de hectáres de soja y se logró un rinde promedio de 36,6 quintales por hectárea, que hubiera llegado a 40 quintales en condiciones normales. La superficie que no pudo ser cosechada superó las 334.000 hectáreas.
“Hay un antes y después del temporal de abril en los números de la soja de primera. Previo a que se desaten las lluvias, se cosechó un 41% hasta fin de marzo con un rinde de 40,3 quintales por hectárea. Lo que siguió, que representa el 45% de la cobertura, se cosechó a 34,7 quintales. El fatídico mes de abril la dejó a una gran distancia de los 43 quintales de promedio del ciclo pasado”, concluye el informe de la Bolsa rosarina.