Turki bin Abdullah es miembro de la que es considerada la familia más rica del mundo. Pasea por el mundo junto a parte de su flota Premium enchapada.
El joven Príncipe Turki bin Abdullah, perteneciente a la familia real de la casa de Saud -considerada la más rica del mundo-, fue noticia esta semana por trasladar parte de su ostentosa flota de autos de alta gama bañados en oro a Londres, y exhibirlos en plena vía pública.
Considerado un auténtico playboy, uno de sus hobbies es coleccionar modelos Premium y personalizarlos con un exclusivo baño de oro. Y luego, hacer alarde de ellos vía la red social Instagram (tiene 88 mil seguidores) y en aquellos sitios que visita.
La semana pasada, Turki llegó a Londres, antes del inicio de la “época de supercars”, evento bianual en el que la capital británica recibe a jóvenes ostentosos con deseos de exhibir su riqueza vertida en autos. Allí, frente al hotel Jumeirah Carlton, estacionó cuatro de sus autos dorados: un Lamborghini Aventador, un Mercedes Benz G63 AMG 6×6, un Bentley Flying Spur y un Rolls-Royce Phantom. A pesar de que el lugar cuenta con estacionamiento privado, él eligió colocarlos en la calle, para que todos puedan disfrutar e ellos. De más está decir que no le importa pagar la multa diaria de u$s576 por mal estacionamiento.
Pero, ¿cómo traslada sus exclusivos autos hasta cada destino que visita? Gasta obviamente, una inconmensurable suma. La alianza entre la realeza saudí y las grandes compañías aéreas le conceden la alternativa al joven millonario de volar por Qatar Airways a través de un Boeing 787 diseñado, específicamente, para este propósito.
Esta colección única en el mundo, en la que también se encuentran un Bugatti, una Ferrari y un Range Rover bañados en oro, fue enchapada por la división en los Emiratos de West Coast Customs, un prestigioso taller de customización.