El Ministerio de Agroindustria difundió un relevamiento en el que constata pérdidas en rinde y gran daño en los granos en muchos lotes de Córdoba y Entre Ríos.
La cosecha gruesa avanza lentamente en campos de Córdoba y Entre Ríos, donde el estrés hídrico provocado por las fuertes lluvias de abril malogró buena parte de los cultivos, con la pérdida de calidad en los granos y también caída en los rindes, según informes del Ministerio de Agroindustria.
En Córdoba, los reportes oficiales advierten que prácticamente el 80% de la soja de primera ya fue levantada en departamentos de Laboulaye, General Roca y Roque Sáenz Peña, donde el promedio de los rindes ronda los 3.800 kilos por hectárea, y tras comenzar con la recolección de la siembra de segunda, se constatan buenos rendimientos.
Allí, la presencia de humedad en “muchas partidas” recolectadas se presenta como una de los mayores cuestiones que debió evaluar oportunamente cada productor, a riesgo de malograr la chaucha una vez que se optara por avanzar con la trilla de los lotes oleaginosos afectados por las fuertes lluvias de abril.
En Marcos Juárez se logró avanzar con la cosecha a instancias de las oportunidades que aportaron el clima y el piso: las pérdidas alcanzan un 12% en campos del sur departamental, un 20% en el área central y un 30% en la zona norte, donde se ubican localidades como Cintra, Noetinger y Saira. En esas áreas toda la mercadería sale húmeda, tanto en los lotes de soja de primera recogidos (con rindes de 3.700 kilos) como en los de segunda (con rendimientos de3.600 kilos), acarreando una pérdida promedio que ronda los 600 kilos por hectárea.
En tanto, en Río Cuarto, con días nublados y húmedos, no se puede cosechar seco, trabando los envíos a los puertos que desestiman la recepción de granos húmedos. Mientras tanto, en Río Segundo el avance de trilla también está entre 80% y 95% dependiendo de la zona rural, con un rinde promedio de 40 quintales pero mala calidad. En Santa María está quedando un 20% de soja por trillar, presentando un rendimiento de 30-35 quintales los primeros lotes, mientras que los últimos cayeron a 22-24 quintales.
En la provincia de Entre Ríos, los informes de Agroindustria explican que en campos sojeros “de La Paz, además de las pérdidas totales en superficie, se produjo una merma importante en los rendimientos unitarios debidos a dehiscencia”. Allí se mencionó “la muy mala calidad de la mercadería en los lotes hasta ahora cosechados, ocasionada por altos porcentajes de grano dañado por manchado, podrido y brotado, llegando en algunos casos al 60%”, y se estima que “el porcentaje de grano dañado entregado hasta ahora promedia el 25-30 por ciento”.
Sin embargo, el relevamiento oficial menciona que “la situación en Feliciano es aún más grave, llegando a un 40-45% de promedio de grano dañado en lo trillado hasta ahora”.
Por su parte, en Federación, Federal y Concordia prosigue la recolección con mucha dificultad por falta de piso. En esas zonas se reporta gran disminución de rendimientos por dehiscencia y se indicó además que la totalidad de los lotes recientemente levantados muestra grano dañado (podrido, brotado, manchado) en un rango del 15 al 40 por ciento.