La rueda del 25 de mayo fue una jornada alcista para los granos en Estados Unidos. Las cotizaciones encuentran sustento en la demora de la recolección en Argentina, el tiempo seco y caluroso en el centro de Estados Unidos y el precio del petróleo que amenaza con pasar los cincuenta dólares por barril.

La demora en la entrega de mercadería Argentina, puntualmente harina de soja, hacen que los compradores que habitualmente se abastecen en esta época del año en nuestro país compren la mercadería en Estados Unidos, causando preocupación por la caída de inventarios del país del norte.

Parece que el comportamiento del tiempo le da un empujón a los precios, ya que muchos empezaron a preocuparse por el clima seco y caluroso en el centro de América del Norte. Para otorgarle una cuota de preocupación adicional algunos pronósticos vaticinan que la despedida del “Niño”, será con la llegada de una “Niña” que generalmente produce sequia en las zonas productoras del país del norte. El Centro de Predicción Climática de Estados Unidos predice que hay una probabilidad del setenta y cinco por ciento que el “Niño” se va a desarrollar a finales de año, pero podría producirse antes, entre de julio y septiembre de este año, época de floración del maíz y llenado de granos de la soja donde el agua es de vital importancia porque define los rendimientos de los cultivos.

El petróleo que sube, los inventarios de barriles de crudo que caen, reflotan el interés por los biocombustibles e incrementan la demanda de granos con destino a los biocombustibles.

Mientras tanto el comportamiento agresivo de los fondos especulativos hace que las variaciones de los precios se potencien. Estas grandes variaciones imprimen volatilidad al mercado de granos, encareciendo las coberturas.

Todo parece indicar que las dos jornadas que nos quedan de mercado esta semana serán de fuertes oscilaciones en la cotizaciones, las preocupaciones de los operadores y las vísperas de un fin de semana largo en Estados Unidos, por conmemorarse el “Día de la Memoria”, donde se recuerda a los caídos en la guerra y se conmemora el último lunes de mayo de cada año. Estos fines de semana extendidos provocan posicionamientos de los fondos de inversión de corto plazo que no quieren quedarse con muchas posiciones abiertas.

Este tipo de subas provoca una mayor retención por parte de los productores, ya que necesitan vender menos para pagar sus cuentas y prefieren quedarse en mercadería como una estrategia de quedarse posicionado en un activo que cotiza en Dólares, de esta manera protege su capital de trabajo debido a que los insumos agrícolas se expresan en esta moneda. Tampoco es un buen negocio vender la mercadería reservada al pago de arrendamientos que generalmente se expresa en quintales de soja. Si bien es cierto que resulta muy atractivo vender a estos valores, aprovechar las altas tasas y cubrirse a la suba del dólar, los productores locales no están habituados a estos negocios. En definitiva la retención de mercadería, en la medida de lo posible, será una constante en los próximos meses.

A medida que transcurran los días las fábricas, si se pueda recolectar, dejaran de pagar “premios” por la mercadería local y empezaran a desaparecer paulatinamente condiciones ventajosas de almacenaje. Es una buena estrategia abrir contratos a fijar si usted es optimista con los precios.

Dentro de todas las penurias por el comportamiento del tiempo, estas mejoras en los valores ayudan a compensar las pérdidas ocasionadas por los excesos hídricos.

Nada garantiza cuanto tiempo se mantendrán estos precios, si bajarán o seguirán subiendo, pero nadie duda que el mercado presenta nuevos pisos, y mientras el comportamiento del tiempo se mantenga en escena existe alguna esperanza de subas adicionales.
 

Juan Vasquetto