La jueza participa de la audiencia que determinará el futuro de la investigación. "Desde el inicio de la causa estuvimos ante un juez incompetente", argumentó. La querella apuntó contra Lagomarsino y la custodia del fiscal fallecido. Además revelaron que se pidieron medidas de prueba sobre Cristina Kirchner
La Sala VI de la Cámara Criminal y Correccional recibe a las partes del expediente que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman para resolver su pase a fuero federal, lo que equivaldría a validar que hay prueba suficiente para una sospecha de homicidio del ex jefe de la UFI-AMIA.
Durante las primeras horas, la reunión estuvo cargada de polémica y tensión entre las partes, que tienen posturas encontradas sobre el futuro de la investigación. Y se registró un quiebre en el encuentro a partir de la declaración de Sandra Arroyo Salgado, ex pareja del fiscal fallecido, quien llegó al Palacio de Tribunales 20 minutos después del inicio de la audiencia.
Entre lágrimas, la magistrada defendió la posición de la querella, que pretende que la pesquisa quede bajo la órbita de la justicia federal. "La muerte de Nisman es el hecho institucional más grave desde la vuelta de la democracia, inauguró un año de maldad y de temor que generó una sensación de miedo de la que muchos no pudieron liberarse; en el medio judicial muchos perdieron la libertad de conciencia", aseguró Arroyo Salgado.
La ex esposa del titular de la UFI AMIA describió, además, que durante el último año ella y su familia vivieron situaciones de "violencia pública" y "ninguna institución del Estado" los tuteló. "Desde el inicio del caso estuvimos ante un juez incompetente, pero recién pedimos el pase al fuero federal cuando tuvimos por probado que Nisman fue asesinado por sus funciones", explicó. Y confesó: "Para mí es muy difícil separar el rol de madre y de jueza, pero nunca me subí a una postura preconcebida".
Los jueces Mario Filozof, Marcelo Lucini y Rodolfo Pociello Argerich serán los encargados de definir cómo continuará la investigación. Durante la audiencia, el doctor Pablo Lanusse, en representación de Sara Garfunkel, la madre de Nisman, recordó que durante la instrucción pidieron medidas de prueba sobre la ex presidente Cristina Kirchner, pero nunca pudieron corroborar si finalmente habían sido concretadas.
Lanusse insistió en la necesidad de que Diego Lagomarsino sea investigado como un "engranaje necesario" para asesinar a Nisman y trajo a colación la declaración del titular de la Agencia Judía de Noticias, Daniel Berliner, quien recordó dos reuniones suspendidas con Cristina Kirchner en las que creían que les iban a anunciar la remoción de Nisman de la causa AMIA. También sembró algunas sospechas sobre los custodios Luis Miño y Armando Niz, oficiales de la Policía Federal que estaban a cargo de la custodia del fiscal el domingo que fue hallado sin vida. Lanusse sospecha la existencia de una "zona liberada".
Gabriel Palmeiro, abogado de Lagomarsino, fue el único que se opuso a que el expediente sea girado al fuero federal. Con el objetivo de demostrar algunas contradicciones en la declaración de incompetencia de la jueza Fabiana Palmaghini, preguntó: "¿Por qué no declaró entonces la nulidad de todas las pruebas?"
El miércoles pasado, la Sala rechazó los cuestionamientos de la querella contra peritos de la Policía Federal que concluyeron que Nisman estaba solo cuando murió. Pociello Argerich, Filozof y Lucini ratificaron a los peritos Juan Ronelli y Nicolás Vega Laiun y rechazaron apartarlos de la junta interdisciplinaria pedida en la causa en la que participarían más de 40 expertos, aún sin fecha definida.
Mientras tanto, la jueza Palmaghini dispuso realizar una "autopsia psicológica" sobre Nisman, como complemento del peritaje integrador encargado a expertos de la Gendarmería Nacional. La medida había sido pedida por los abogados querellantes que representan a las hijas de la víctima y recomendada por la propia fuerza. En rigor, se trata de un trabajo destinado a establecer, en un contexto histórico, cómo era Nisman y cómo se encontraba en los tiempos mediatos e inmediatos anteriores a su muerte.