Arabia Saudí, ese país en el que se prohíbe a las mujeres conducir vehículos, entre otras cosas, ha sido el destino de un vuelo histórico de la compañía Royal Brunei Airlines. Su peculiaridad estaba en la cabina, donde toda la tripulación era femenina.

Tres mujeres controlaban los mandos de un Boeing 787 Dreamliner con destino a la ciudad de Yeda la misma jornada en la que se celebraba el Día Nacional de Brunei. La imagen de la capitana Sharifah Czarena y las oficiales Sariana Nordin y Dk Nadiah Pg Khashiem vestidas con el uniforme blanco y un hiyab negro cubriendo su cabeza ha dado la vuelta al mundo y ha sido aplaudida por su carácter reivindicativo.

Czarena ha dado muestras en varias ocasiones de que su papel es rompedor en Brunei, un país marcado por las restricciones a la mujer y a otros colectivos minoritarios. Ella fue la primera fémina en conseguir el reconocimiento como piloto aéreo en el sudeste asiático. En el año 2012 declaró que eso era "un gran logro" porque "muestra a las generaciones más jóvenes y a las niñas especialmente que pueden lograr todo aquello que sueñen".

También en Arabia Saudí las mujeres, aunque muy lentamente, van conquistando pequeñas metas. En diciembre fueron las protagonistas de los comicios municipales que se celebraron en el país, ya que por primera vez participaban en las elecciones como votantes y como candidatas.

Pese a ello, aún son muchas las barreras que les quedan por derribar. Amnistía Internacionalrecopiló recientemente algunas de las actividades vetadas para el género femenino en ese país.

Entre ellas, salir de casa sin custodia masculina, llevar ropa o maquillaje que muestre su belleza, interactuar con hombres, competir en determinados deportes, probarse la ropa al ir de compras o utilizar el gimnasio en un hotel.