Los goles de Jo (St. 1m.) y Leonardo Silva (St. 41m.) estiraron la definición a los remates desde el punto del penal, ya que en el cotejo de ida, el combinado paraguayo se había impuesto por el mismo resultado.

En la vía de los penales, el conjunto brasileño mostró una efectividad ideal y convirtió los cuatro remates que ejecutó. Olimpia, por su lado, sumó tres, el arquero Víctor (adelantándose notoriamente) se lo atajó a Miranda y el argentino Matías Giménez (ex Tigre y Boca) falló su disparo.

De este modo, el conjunto de Belo Horizonte, el de mejor record en la fase inicial del certamen, pero el que sufrió horrores para dejar en el camino a Tijuana (cuartos) y Newell`s (semifinal), se consagró campeón de la Libertadores, por primera vez en su historia.

Los anteriores títulos internacionales del `Galo` se había dado en sendas Copas Conmebol (1992 y 1997).

En el lapso inicial del partido, el equipo local pretendió avasallar a su oponente, con dinámica y con presión en campo rival. Sin embargo, la ofensiva de Atlético Mineiro se fue desvaneciendo de a poco, porque no halló claridad en los metros rivales y no inquietó al uruguayo Martín Silva, más allá de algún remate desde larga distancia.

Por el contrario, el conjunto paraguayo, teniendo en poder la pelota durante menor cantidad de tiempo, resultó más incisivo. Y tuvo dos situaciones bastante claras como para desnivelar: a los 12m. lo perdió Wilson Pittoni y lo tapó Víctor y hacia los 33m., Alejandro Silva exigió otra vez al guardavallas local.

El elenco de Belo Horizonte dispuso de una chance nítida, tras una pared entre Jo y Diego Tardelli, quien la desperdició con un disparo alto.

Las cosas se modificaron apenas comenzada la segunda etapa. Con apenas un minuto disputado, un centro del ingresado Rosinei encontró un defectuoso rechazo de Pittoni y la aparición de Jo que, con derecha, convirtió el 1-0.
Con la diferencia a su favor, el `Galo` intensificó el dominio y erigió en figura al arquero Silva, que se esforzó una y otra vez para impedir el festejo brasileño.

Pero así como el Mineiro se adelantó en el campo, dejó espacios y Olimpia pudo aprovecharlos. Tanto que a los 38m. el mendocino Juan Carlos Ferreyra tuvo el gol del empate, pero resbaló cuando iba a eliminar al arquero Victor y desaprovechó increíblemente la oportunidad.

Cuando parecía que el elenco `guaraní` se quedaba con el trofeo, la expulsión del ex Tigre, Manzur, (doble amonestación) le entregó otro guiño cómplice a un Mineiro que, pese a las intermitencias de Ronaldinho y compañía, nunca resignó la idea de ir a atacar.

Así, a los 41m., un centro de Bernard desde la derecha halló la cabeza del zaguero Leonardo Silva y el 2-0 garantizó la prórroga.

En el tiempo suplementario, la tónica no cambió demasiado. Aun con las limitaciones apuntadas y con el apuro como mal consejero, el elenco brasileño siguió exigiendo a Silva y el uruguayo continuó respondiendo, ya sea descolgando centros, metiendo puñetazos o salvando remates bajos.

Y en las que no pudo intervenir el guardavallas, el palo salvó al `franjeado` como en un cabezazo de Rever, a los 7m. del primer período del alargue.

Olimpia, con uno menos, casi ni visitó los dominios de Víctor y apenas dispuso de una chance clara con un tiro libre de Pittoni, que salió desviado junto al poste derecho.

Atlético Mineiro dispuso de otra clarísima oportunidad, cuando iban 13m. del segundo período suplementario, con una maniobra en la que Alecsandro no supo definir bien ante la apurada salida de un Silva, que ya evidenciaba los síntomas del cansancio.

Entonces, en los penales, el conjunto brasileño se llevó la victoria y se erigió en el décimo representante de su país que festeja la obtención del máximo certamen sudamericano.