Uno de los detenidos por el crimen de las mendocinas se quebró y contó cómo las mataron.
Eduardo Gallardo Rodas, el fiscal que interviene en la causa por el crimen de las mendocinas en Ecuador, Marina Menegazzo y María José Coni, informó que uno de los dos detenidos se quebró y confesó cómo realizaron el asesinato.
"Las chicas se habían quedado sin dinero y se pusieron en contacto con un amigo que, a su vez, las contactó con otro amigo que vivía solo y les dio hospedaje", contó Rodas en diálogo con Radio La Red.
"Según el relato del detenido, él y su amigo estaban alcoholizados y uno llevó a una de las chicas a su cuarto e intentó tocarla, la joven se resistió y éste le pegó con un palo en la cabeza que la mató instantáneamente", explicó Rodas, y agregó: "Asustado, corrió a la otra habitación y encontró a la otra joven apuñalada en el torax sangrando".
El acusado enfatizó que él y su amigo estaban borrachos pero no así María José y Marina.
Los detenidos son ecuatorianos y tienen más de 30 años. En la declaración, el imputado consignó que no sabían qué hacer y ambos decidieron embalarlas, llevarlas en un triciclo y dejarlas cerca de la playa donde finalmente fueron encontradas.
Rodas explicó que en el marco del procedimiento judicial la confesión sirvió para obtener la orden de detención, previo el hombre había declarado en calidad de testigo, y mayores elementos de convicción. Asimismo el fiscal aclaró que la investigación está en manos de fiscalía.
El imputado confeso, según señaló Rodas, pretende que su confesión se tenga en cuenta y sirva para la reducción de la pena.
Por su parte, Alberto Balboa, cónsul argentino en Guayaquil aseguró que no tiene información sobre las personas detenidas y que la ministra Patricia Bullrich lo llamó dos veces.
La detención
El ministro del Interior de Ecuador, José Serrano Salgado, informó esta madrugada la detención de dos hombres vinculados con la muerte de las dos jóvenes argentinas. A su vez, Salgado agregó que la detención se produjo en una "vivienda precaria" en Montañita donde se encontraron pertenencias de las chicas y guantes con sangre, cuyo propietario aceptó su vinculación.