Agustina Guerrero es una de las dibujantes contemporáneas que han llegado a la ilustración para dar voz a las mujeres. En sus láminas, la argentina condensa problemas e inquietudes puramente femeninas. Cosas tan cotidianas (e ignoradas por el arte) como las visitas al ginecólogo o el dolor de ovarios cobran vida en el personaje de La Volátil. Para ella, esta caótica mujer en dos dimensiones es "más real" que algunas de carne y hueso: "Esas chicas que vemos en la publicidad son lo más lejano del mundo a lo que soy yo".

Esta ilustradora argentina, que hoy ha publicado ya tres libros, le debe mucho al azar. Su éxito tiene como punto de partida el fracaso: se licenció en diseño gráfico y se dio cuenta de que aquello no la apasionaba. Entonces, decidió dar un giro a su vida. Cambió Buenos Aires por Barcelona y, sin ninguna pretensión, cogió un boli y comenzó a dibujar todos los días porque "no sabía hacerlo". Su empeño, seis años después, ha hecho que su afición se convirtiera en su profesión: "En esa época solo dibujaba mujeres tristes", confiesa.

Aún así, fue la suerte la que tuvo que combatir el propio pudor de la autora. Que La Volátil, a la que debe su éxito primero en redes sociales y después en todo lo demás, saliera a la luz fue puro azar. El éxito fue a buscarla a ella y no al revés: "Un día llegué a casa y me habían robado todo, incluido el portátil, que llevaba un cuento dentro en el que llevaba trabajando meses. Lo único que no se llevaron los ladrones fue un ordenador muy viejo que solo me permitía hacer las ilustracionesde La Volátil, que son sencillas. De la rabia, decidí colgar una viñeta en Facebook de ese personaje porque era la única que tenía. Me sorprendí porque tuve muchos 'me gusta', se compartió mucho y empecé a recibir solicitudes de amistad de gente que no conocía. Entonces, decidí abrir una página de Facebook para ella", comenta la ilustradora, que hasta entonces había reservado esas viñetas para sus desvaríos íntimos. Si lo hubiera pensado un segundo, si no se hubiera dejado llevar por el enfado, probablemente, hoy sería diseñadora gráfica en una empresa y no una artista: "Yo vomito las emociones en el papel".

Siempre se ha dicho que los creadores escriben y pintan sus obras más geniales en momentos de crisis y oscuridad. Guerrero ha conseguido alcanzar el reconocimiento desafiando este mito: su personaje es luminoso y entusiasta. "La Volátil ha tomado su propia personalidad, ahora ambas nos diferenciamos más. Yo me he calmado bastante y ella se ha desquiciado. Al principio era más ñoña y ahora ha madurado y es más reflexivo", comenta Guerrero.

Hoy Agustina Guerrero tiene más de 119.000 seguidores en Instagram y 570.000 en su página de Facebook. Una de las claves en esto ha sido la identificación de sus 'fans' con las viñetas que publica, especialmente de las mujeres. Aborda temas como las incomodidades de las compresas, el dolor de ovarios o las relaciones sexuales sin pudor y de una forma divertida. "En mis dibujos, el hombre tiene el papel de espectador, no profundizo en sus pensamientos ni emociones", explica. Esto es lo que hace que muchas chicas se vean identificadas en las inquietudes de La Volátil. Y sus parejas también.

Aunque su protagonista sea una mujer, el caos, los cambios de humor o el entusiasmo son sentimientos universales que también comparten sus seguidores masculinos. Por eso, su viñeta sobre los pasos de la discusión a la reconciliación de una pareja tuvo hasta 11 millones de visualizaciones en Facebook.

El Mundo 

 

Tocó ir.

Una foto publicada por Agustina Guerrero (@agustinaguerrero) el 13 de Ene de 2016 a la(s) 12:53 PST

 

Pelea, proceso, reconciliación