Una encuesta reveló que las aventuras amorosas son más frecuentes en la adultez que en cualquier otra época de la vida.
Tal parece que las personas comprometidas se vuelven permeables a los caprichos del deseo e incurren en aventuras amorosas a medida que maduran, al contrario de la mala prensa que tienen los siempre volátiles amoríos adolescentes.
Concretamente, un estudio reciente demostró que el mayor porcentaje de infieles tiene entre 35 y 50 años, una edad donde el grueso de las personas ya llegaron a su plenitud sexual y tienen pareja estable, hijos o carreras psofesionales, pero carecen de la emoción de lo nuevo.
La encuesta fue realizada entre los 130 mil usuarios que tiene en la Argentina la red social Second Love, donde las personas con pareja pueden encontrar una aventura paralela que rompa con su cotidianidad.
Al parecer, el grupo de usuarios comprendido entre los 35 y los 50 años sufre la rutina que reina en la "meseta" de la vida, que puede aniquilar los deseos por la pareja estable, mientras que una aventura se ve como un sueño ideal para escapar de la "agenda armada".
La búsqueda de sensaciones nuevas llevó a los usuarios de Second Love a ser la filial más activa de la red social en toda Latinoamérica, ya que el 92 por ciento de los encuestados aseguró sentirse más liberado a la hora de ser infiel con alguien que también tiene pareja.
Quizás esto se deba a que el 60 por ciento de los infieles utilizan las redes sociales para minimizar el miedo al rechazo y el 45 por ciento de los encuestados por SL se comunica con sus conquistas a través de su celular.
Además, el 83 por ciento de los usuarios elige tener amoríos con nuevos candidatos, en vez de con antiguos amores del pasado que regresan por una nueva oportunidad.