Ante la justicia, Bárcenas confirmó que llevaba una contabilidad paralela y que había sobresueldos en el Partido Popular; el presidente afirmó que defenderá "la estabilidad política"
MADRID.- Es una jornada intensa en España. Por un lado, el ex tesorero del gobernante Partido Popular (PP) Luis Bárcenas comparece ante la justicia por el caso de corrupción dentro del partido, y volvió a apuntar contra el presidente, Mariano Rajoy, al ratificar la información publicada en los medios. Por el otro, el primer mandatario brindó una conferencia de prensa, en la que sólo brindó una certeza: que no va a renunciar.
En una comparecencia que aún continúa, Bárcenas, quien dejó su cargo en el PP en 2009, admitió ser el autor de la supuesta contabilidad paralela del partido publicada por medios españoles desde enero. Además, entregó al juez decenas de documentos contra el partido, así como esa contabilidad manuscrita. El ex tesorero negó desde el primer momento en que se publicaron los documentos tener relación con ellos, pero su estrategia tuvo un giro de 180 grados en los últimos días.
Según los diarios locales, Bárcenas incluso aseguró durante la declaración que a Rajoy y a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal les hizo "entregas de dinero en efectivo en 2008, 2009 y 2010".
En la contabilidad paralela que está actualmente bajo la lupa se refleja una supuesta financiación ilegal del PP durante al menos 20 años, con donaciones de empresas al partido que superaban el límite legal y con otras que procedían de personas o empresas que no podían por ley hacer aportaciones a partidos. Además, se registraron pagos periódicos a la cúpula de la agrupación política. Entre los receptores de sobresueldos ilegales aparece Rajoy, en su época como ministro de José María Aznar.
Bárcenas fue citado hoy por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz después de que admitiera al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, una financiación ilegal en el PP y de que hiciera llegar al diario una hoja original de esa supuesta contabilidad en la sombra, que Ramírez entregó a la Audiencia Nacional.
El diario publicó además ayer mensajes de texto que Rajoy presuntamente intercambió con Bárcenas y que demuestran que entre ambos hubo una comunicación hasta el pasado mes de marzo, en contra de lo que había asegurado el partido.
El llamado "caso Bárcenas" salió a la luz tras la publicación en la prensa española de una supuesta contabilidad paralela con anotaciones de pagos a varios miembros del PP cuando el acusado era su tesorero. Posteriormente se conoció la existencia de cuentas de Bárcenas en Suiza por valor de 48 millones de euros. El ex tesorero está en prisión incondicional y sin derecho a fianza desde el 27 de junio pasado.
ESTABILIDAD
Ante el creciente flujo informativo alrededor del caso, el partido opositor PSOE pidió ayer la renuncia de Rajoy. Sin embargo, el presidente ratificó hoy sus intenciones de quedarse en el cargo, aunque se negó a hablar sobre Bárcenas.
Después de unos días de silencio, el mandatario enfrentó hoy a la prensa en una conferencia de prensa junto al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, con quien mantuvo una reunión bilateral. "Los SMS (mensajes de texto) ratifican que el Estado de derecho no se somete a chantaje, que las administraciones actúan con independencia", dijo en la rueda de prensa. "Un presidente de gobierno no puede estar saliendo cada día al paso de rumores e informaciones interesadas que se vayan publicando", agregó, ante las insistentes preguntas.
En ese sentido, se limitó a remitirse a sus palabras del pasado febrero, cuando compareció ante la plana mayor de su partido y negó la existencia de esos pagos. "Me ratifico en lo que dije en aquella comparecencia pública y en lo que afirmé en el debate sobre el estado de la nación", manifestó.
"Respecto de la petición de dimisión, evidentemente la oposición es libre de actuar como le parezca y de valorar sus decisiones. Yo no voy a entrar en eso. España está dando pasos para superar la crisis. El gran valor que tiene en este momento nuestro país es la estabilidad política y yo la voy a defender. Voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles", subrayó el presidente. "Acá hay un gobierno estable y que va a cumplir con su obligación", agregó, y dio por finalizada la conferencia.
Por su parte, el vicesecretario general de organización del partido, Carlos Floriano, dijo hoy que: "el Partido Popular no tiene nada que temer". "Nuestros libros están limpios", insistió.