El método canguro o porteo, basado en el contacto piel con piel del recién nacidocon sus progenitores, fomenta la salud y el bienestar tanto de los prematuros como de los nacidos en término. Esta, es una práctica cada vez más extendida debido a los múltiples beneficios que tiene, tanto para el bebé, que le ayuda a adaptarse a la vida extrauterina tras el parto, como para sus padres.
Los principales beneficios del método canguro:
1. Físicos: "Gracias al contacto piel con piel, los bebés mantienen una temperatura corporal óptima y permite una mayor estabilidad de sus constantes vitales. Además favorece la lactancia materna y estimula la leche de la madre", explica Ana Villaseca, fundadora de Amarsupiel. Otros beneficios son un mayor periodo de sueño y de mejor calidad, la normalización del ritmo respiratorio y una mejora de la digestión, disminuyendo el riesgo de cólicos del lactante. En el caso de los bebés prematuros ingresados, reduce las infecciones nosocomiales (que precisan de atención sanitaria).
2. Psicológicos y emocionales: El denominado Método Canguro fortalece el vínculo afectivo y emocional con sus padres, haciendo que los bebés se sientan más seguros y protegidos. Además ayuda a mejorar tanto el desarrollo mental como el desarrollo psicomotor del bebé debido al movimiento de quien lo portea, ya que estimula el equilibrio y control postural.
3. A largo plazo: "Los bebés que han crecido bajo el método piel con piel desarrollan un vínculo mucho más fuerte con la madre que aquellos bebés que no realizaron el método. El contacto piel con piel favorece un mayor desarrollo del cerebro a nivel cognitivo y ejecutivo y una mejor maduración del sistema nervioso, así como una mejor canalización del estrés", explica la fundadora de Amarsupiel.
4. Para los padres: Para la madre, además de favorecer la recuperación postparto, mejora y estimula la lactancia materna. Los bebés cuentan con un sistema de auto servicio y la madre genera la leche que su hijo necesita a cada momento. Ana Villaseca, fundadora de Amarsupiel afirma que "para ambos padres, este método ayuda a fortalecer los lazos afectivos, dando lugar a un sentimiento de protección y seguridad total hacia el bebé. Los padres que ha practicado el método canguro se sienten más seguros y preparados para atender a las necesidades de sus hijos".