La telesilla cuádruple Punta Nevada quedó suspendida en el aire con cientos de esquiadores a 1850 metros en la montaña. Ocho esquiadores resultaron heridos, algunos con fracturas y múltiples contusiones, en lo que fue un accidente casi trágico.
 
Una fuerte ráfaga de viento que llegó a los 100 kilómetros por hora provocó el descarrilamiento del cable en la torre 11 e hizo que dos sillas chocaran contra la nieve a 10 metros de altura y volvieran a subir con un efecto rebote brusco. La caída provocó que ocho esquiadores resultaran heridos y, por fortuna, todos están fuera de peligro.
 
La paralización del funcionamiento de la silla aparentemente se demoró ante el intenso viento a las 12.35. El medio de elevación habría frenado luego de que se produjera el accidente, más allá de que funcionaba de manera condicional por las ráfagas. Autoridades de regulación del municipio iniciaron una investigación para determinar cómo ocurrió el accidente y si podría haberse evitado cerrando el medio frente a un viento "de excepcional intensidad" como consignó la empresa concesionaria del centro de esquí Catedral Alta Patagonia.
 
El descarrilamiento provocó varios heridos de entre 25 y 40 años, todos ellos turistas argentinos que habían ascendido a la montaña con sus tablas de esquí, un día antes de lo que se estima será la llegada masiva de esquiadores a Bariloche con el inicio de las vacaciones de invierno en Buenos Aires. A pesar del siniestro, la empresa confirmó que el centro de esquí seguirá funcionando normalmente dependiendo de las condiciones climáticas.
 
Anoche dos mujeres y un hombre permanecían internados en el sanatorio San Carlos, ubicado en el kilómetro 1 de la avenida Bustillo. Las mujeres -ambas de 25 años presuntamente hermanas y que viajaban juntas en una aerosilla- fueron intervenidas quirúrgicamente por luxación de cadera y fractura de fémur, según precisó el director médico del centro de salud, Mariano Trevisán. En tanto, otra persona permanece en observación, fuera de gravedad, por diversos traumatismos en distintas partes del cuerpo, mientras que el resto de los accidentados fueron dados de alta luego del primer chequeo médico en el sanatorio. Ya en el cerro, dos esquiadores sin heridas descendieron solos, según se informó. La identidad de los heridos no fue informada de manera oficial, pero LA NACION pudo conocer a través de fuentes policiales que en la lista están Verónica Massi, Karina Massi, Mariano Pacheco, Karin Ohadad, José Naife, Matías Botán y Jimena Bordi.
 
Los esquiadores accidentados fueron evacuados por las cuadrillas de rescate en un procedimiento establecido por protocolo. Si bien puede parecer lento, este protocolo de montaña debe respetarse por razones de seguridad. Desde allí algunos esquiadores fueron transportados en máquinas pisanieve a otros medios de elevación habilitados; mientras que otros bajaron por sus propios medios esquiando, según indicó el ente regulador del cerro. El juez de Instrucción, Marcos Burgos, tomó la causa por lesiones y acudió al lugar del siniestro. Lo mismo hicieron referentes del Ente Autárquico Municipal del Cerro Catedral que coordina la municipalidad, quienes ordenaron la clausura inmediata de la telesilla para que sus técnicos realizaran las primeras pericias. El medio podría permanecer cerrado por varios días. Alejo Ramos Mejía, presidente del ente regulador, dijo a LA NACION que "la telesilla cuádruple fue uno de los medios de elevación a los cuales se les hizo una gran inspección en el verano y había pasado todas las pruebas".
 
Este medio de elevación fue instalado hace 15 años en la montaña y el 10 de agosto de 2004 tuvo otro accidente con 16 lesionados ante el deslizamiento de las telesillas que se apilaron entre sí, suspendidas en el aire. Por ese siniestro, que sucedió a dos torres del actual, el medio de elevación estuvo un mes cerrado y la causa judicial que determinó lo sucedido se extendió por dos años.
 
"Para lo que pudo haber sido, fue leve", dijo el familiar de una de las heridas que aguardaba en la antesala del sanatorio donde fueron asistidos. Y todos coinciden en el "milagro".
 
UNA HORA COLGADOS EN LA MONTAÑA
 
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Cuando el rescatista llegó a las sillas que rebotaron contra el piso, tras caer unos ocho metros, los tres adolescentes estaban suspendidos desde hacía una hora. Amontonados en un rincón, abrazados, tiritando de frío y soportando los vaivenes de las fuertes ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora. Los chicos, como otros esquiadores, fueron evacuados mediante sogas, uno por uno, y llevados a un parador a salvo. La situación generó angustia entre los turistas que ayer al mediodía ascendían por la telesilla cuádruple Punta Nevada.
 
"Fue un susto enorme", dijo Nequi Galotti, esposa del director de LA NACION y madre de Santos Mitre, de 13 años, uno de los adolescentes que quedó suspendido en la silla con compañeros del Club Argentino de Esquí. Galotti se encontraba en el parador Barrilete, unos metros más abajo. Allí, con angustia, esperó a que su hijo fuera trasladado en una máquina pisanieve, abrigado con frazadas, con mucho frío, pero en buen estado de salud. Según relató Galotti, "fue un viento arremolinado de golpe" que desestabilizó la silla que, al caer, "rebotó a 10 centímetros de la nieve y volvió a subir". Dos sillas más atrás chocaron con la nieve otras dos sillas, pero el rebote fue más brusco y sus ocupantes volaron del habitáculo, provocándose heridas de diversa consideración, pero no de gravedad..