Pensar en la comida como el combustible energético del cuerpo es darle prioridad a la calidad antes que a la cantidad. Opciones saludable para saciar el hambre.
Llegar desesperado a la hora de comer no es recomendable. Allí se producen los atracones y el cuerpo tiende a comer en forma compulsiva. Los médicos, en estos casos, recomiendan las colaciones saludables entre las comidas. No sólo para disminuir el hambre, sino para acelerar el metabolismo y no permanecer tantas horas sin ingerir alimentos. Si las colaciones son saludables, mucho mejor. Calmar el apetito es el primer paso para provocar los beneficios que el cuerpo necesita.
Son alimentos que contienen mucha fibra y nutren al organismo. Lo fundamental de esta selección es que son fáciles de transportar. Un claro ejemplo son algunas frutas como la manzana, pera, mandarina, banana son muy prácticas para comer en cualquier lado y a cualquier hora del día. Se pueden llevar en la cartera o mochila, o comprar en cualquier verdulería al paso. Otras frutas, como las frutillas, kiwi, ananá, melón, se pueden lavar, pelar, cortar y llevar en un recipiente hermético.
Los vegetales como apio y zanahoria cortados en bastones son realmente deliciosos y muy fáciles de transportar. Los tomates cherry son una gran opción de snack si se llevan en algún recipiente hermético.Los frutos secos y pasas sirven para acompañar a estas frutas y verduras o como snacks por sí mismos. El pochoclo casero -sin agregados de grasa- endulzado con edulcorante, o salado, es una opción saludable y divertida de preparar snacks.
En caso de no poder llevar nada encima, o no tener ganas de comer vegetales o fruta, el yogurt descremado, ya sea bebible, firme o cremoso, es muy rico y saludable. Es importante recordar que a veces es preferible darle al cuerpo el "antojo" que nos pide, una vez por semana, para que la dieta no se torne tediosa y aburrida, y para no recurrir a estas golosinas bajas en calorías todos los días. No es necesario sentirse excluido en todos los eventos sociales para bajar de peso, no sentir que el mundo se cae a pedazos por no poder comer el asado del domingo. La vida se trata de hacer un balance, y la alimentación está incluida.
Ingerir infusiones calientes antes de las comidas ayudará a a bajar la ansiedad. De ninguna manera éstas suplantan a las comidas. Hacer actividad física media hora por día no sólo ayuda a mantener el estado físico y esculpir el cuerpo, sino que también ayuda a calmar la ansiedad y a mejorar el estado anímico.
Comer es un placer (y no debe dejar de serlo)
Bajar de peso no se basa tan sólo en una simple cuenta matemática de calorías. Si así fuera, todo sería demasiado fácil y notoriamente nuestro cuerpo es mucho más complejo que eso. Cada alimento tiene diferentes propiedades, que pueden ser benéficas para el organismo en diferentes etapas o momentos. Para hacer dieta y poder mantenerla por un largo periodo de tiempo es necesario proveerle al cuerpo de todos los nutrientes, vitaminas y minerales recomendados, y claramente no los vamos a encontrar en golosinas light. Están en frutas y verduras, en carnes magras, en harinas y cereales integrales, en legumbres y lácteos.
Muchas veces, erróneamente, acudimos a los alimentos bajos en calorías que nos dicen en todas las publicidades de todos los medios de comunicación que debemos comer. Estos snacks no generan saciedad, y, por el contrario, nos dan ganas de comer más. Los azúcares refinados y las grasas tienen ese efecto en el ser humano. No aportan fibra alimentaria, ni proteínas, ni nos dan la energía que necesitamos y que el organismo nos está pidiendo mediante "él hambre".
Cuando el organismo se encuentra malnutrido se siente cansado, tiene la piel seca, se le cae el pelo, dolores de cabeza, falta de atención, molestias gastrointestinales, y millones de signos y síntomas ya conocidos. La malnutrición se debe a la ingesta de alimentos de mala calidad, y es tan severa como la desnutrición. Es por eso que es fundamental empezar a fijarse en la CALIDAD de los alimentos y los nutrientes que ofrecen a la hora de leer las etiquetas, para dejar de leer simplemente cuántas calorías aportan.