Francisco firmó un decreto que endurece las condenas por pedofilia y la prostitución de niños y adolescentes; además, derogó la cadena perpetua.
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco firmó hoy un decreto que endurece las sanciones penales contra los abusos a menores en la Santa Sede y en la Curia -el gobierno del Vaticano-, después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocara al Estado católico a dar explicaciones por las acciones tomadas al respecto.
El decreto, denominado motu proprio, apunta a reforzar las condenas contra los delitos de pederastia y la prostitución de menores, según un comunicado del Vaticano.
Este texto, que introduce asimismo en las leyes vaticanas el delito de tortura, incluye "el conjunto de la categoría de los delitos contra los menores: la venta, prostitución, alistamiento y violencia sexual contra ellos, la pedopornografía, la posesión de material pedopornográfico y los actos sexuales con menores".
En mayo pasado, el primer papa argentino pidió que se actúe "con determinación" contra los abusos sexuales cometidos por el clero. Era la primera vez que Francisco se expresaba públicamente y directamente sobre los abusos sufridos durante décadas por decenas de miles de niños, y que dejaron a la Iglesia católica en la mira.
El lunes pasado, el Comité de los Derechos de la Infancia de la ONU conminó por primera vez al Estado de la Ciudad del Vaticano, que dispone de un puesto de observador permanente en el organismo, a dar explicaciones detalladas sobre los abusos sexuales y las violencias cometidos contra niños en la Iglesia católica.
Según el procedimiento, los expertos de la ONU publicaron el pasado lunes una lista de preguntas a las cuales el Vaticano deberá responder "si es posible" antes del 1° de noviembre próximo. La Santa Sede será luego interrogada por la ONU en enero de 2014 en Ginebra.
Sin cadena perpetua
La nueva legislación vaticana también prevé la posibilidad de que los tribunales de la Santa Sede juzguen "delitos cometidos contra la seguridad, los intereses fundamentales y el patrimonio de la Santa Sede".
También se incluye en la legislación vaticana las cuatro convenciones de Ginebra contra los crímenes de guerra, la convención internacional sobre la eliminación de cualquier forma de discriminación racial, la convención contra la tortura y los tratos inhumanos y degradantes y la convención de 1989 sobre los derechos del niño.
El motu proprio del Papa prevé asimismo "la adopción de medidas de cooperación adaptadas a las convenciones internacionales más recientes" en materia de cooperación judicial entre el Vaticano y los otros Estados.
"En nuestra época, el bien común está cada vez más amenazado por la criminalidad transnacional y organizada, el uso inapropiado del mercado y de la economía y del terrorismo", subrayó el Papa en preámbulo de su decreto.
Además, el Sumo Pontífice derogó la pena de cadena perpetua, que será sustituida por la reclusión a 30 o a 35 años.
Todas estas normas entrarán en vigor a partir del 1° de septiembre.