Las firmas poseían a fines de enero 4,4 millones de toneladas y desde entonces exportaron 1,3 millón, pero dicen que sólo les quedan 100 mil toneladas porque el resto lo vendieron al mercado interno. Moreno quiere pruebas.
Las cerealeras deberán presentar hoy la documentación respaldatoria que acredite el destino que le dieron al trigo que tenían declarado a comienzos de año.
El gobierno informó el viernes que a fines de enero las firmas poseían 4.464.489 toneladas y exportaron 1.349.625. Por lo tanto, deberían disponer de unos 3 millones de toneladas excedentes.
Sin embargo, las multinacionales sostienen que en sus acopios sólo quedan unas 100 mil toneladas. Para demostrarlo tendrán que adjuntar las facturas que prueben que vendieron el resto de los granos a los molinos y que lo hicieron en blanco. Si no lo hacen, el gobierno podría multarlas, haciendo valer la ley de abastecimiento. El objetivo oficial es lograr que baje el precio del pan en las panaderías.
La Secretaría de Comercio Interior dispone de un informe donde figura el stock teórico del que disponen las 18 principales empresas, que explican el 75 por ciento del trigo declarado en el país. Según ese trabajo, el stock al 31 de enero era de 4.464.489, mientras que desde entonces los embarques al exterior registran 1.349.625. La diferencia es el stock teórico que debería estar disponible para el mercado interno. Casi el 20 por ciento corresponde a Cargill, el 15 por ciento a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), empresa vinculada con Coninagro, y el 9 por ciento a Bunge. Le siguen Agricultores Federados Argentinos (AFA), de la Federación Agraria (8,6), Oleaginosa Moreno (6,3 por ciento), LDC (6,2) y ADM (5,2 por ciento).
Las cerealeras aseguran que de ese total sólo les quedan 100 mil toneladas porque la diferencia se la vendieron a los molinos. Si demuestran que vendieron el trigo, luego los molinos deberán dar cuenta de la producción de harina por las cantidades adquiridas. Si cumplen con ese requisito, entonces la pesquisa pasaría a los productores rurales. Previendo esa situación, y en un reconocimiento implícito de la retención que estarían llevando adelante los principales actores de la cadena triguera, el diputado de la UCR, Oscar Aguad, afirmó ayer que si el gobierno decomisa trigo cometería un delito. “Si Moreno decomisa amparado en una ley (la de abastecimiento) que no está operativa, es hurto; y si lo hace por la fuerza, es robo”, afirmó. Según Aguad, la ley de abastecimiento dejó de estar vigente en 2010.
En el gobierno están convencidos de que los principales actores del sector han venido llevando adelante una retención especulativa del trigo para hacer subir el precio, pero confían en que la presión oficial hará que el cereal aparezca sin necesidad de comenzar con inspecciones en los acopios y eventualmente decomisos. De hecho, a fines de la semana pasada, la oferta ya comenzó a incrementarse y el precio bajó.
La cotización del trigo en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) el año pasado cerró a 219 dólares por tonelada. En los últimos dos meses comenzó a subir rápidamente hasta alcanzar un pico de 518 dólares el 19 de junio. Esa escalada impactó en el precio del pan y encendió las alarmas dentro del gobierno, que entonces comenzó a presionar al sector. A comienzos de la semana pasada directamente amenazó con aplicar la ley de abastecimiento y “mágicamente” el precio comenzó a bajar. El viernes cerró a 385 dólares, un 25,7 por ciento menos que tres semanas antes. Los panaderos, en tanto, esperan que la bolsa de harina de 50 kilos baje de 250 a 200 pesos para trasladarlo al pan.