Producto del descontento de las medidas ideales de Barbie han salido a la luz diversos experimentos de artistas y humanitarios que reivindican la belleza natural, alejada de los estereotipos como los propuestos por la muñeca.
La muñeca Barbie, uno de los juguetes más populares en la historia de la empresa Mattel, ha sido en múltiples ocasiones objeto de críticas por sugerir a las niñas ideales corporales poco realistas.
Producto de este descontento, han salido a la luz diversos experimentos de artistas y humanitarios que reivindican la belleza natural, alejada de los estereotipos como los propuestos por la muñeca.
Ejemplo de ello fue la Barbie “a escala real” creada en 2011 por la estudiante norteamericana Galia Slayen, quien tras sufrir de anorexia en su etapa escolar reveló al mundo cómo luciría el juguete en la vida real.
Los resultados fueron increíbles: una mujer de apenas 49 kilos en un cuerpo que mide 1.82 metros, con medidas 96-45-83.
A dos años de dicho experimento, no obstante, el diseñador estadounidense Nickolay Lamm se propuso mostrar al mundo cómo se vería una de estas muñecas si, en verdad, tuviera medidas normales.
Para lograr lo anterior, el artista utilizó los datos corporales oficiales de una mujer promedio de 19 años para crear un modelo 3D, el cual luego fotografió junto a una Barbie.
Tras ello, Lamm retocó digitalmente el modelo 3D para que se pareciera a las muñecas de Mattel.
En conversación con The Huffington Post, el diseñador afirmó que “Si criticamos a las modelos por su delgadez, al menos deberíamos estar abiertos a la posibilidad de que Barbie podría influenciar negativamente a las niñas”.
“Además, una Barbie realísticamente proporcionada luce muy bien”, agregó.
Por último, Lamm concluyó que “Si existiera incluso una pequeña posibilidad de que Barbie, en su forma actual, influencie negativamente a las niñas, y si Barbie se ve bien según las medidas de una persona de tamaño normal en América… ¿Qué detiene a Matell para que haga una?”.