Los empresarios del sector automotor se refriegan los ojos cuando ven los números de junio.
Según las planillas que distribuyó ayer Acara, la asociación que reúne a las concesionarias de todo el país, la venta de vehículos en esos comercios creció el mes pasado 5,59% en comparación con el mismo período del año pasado. El incremento,aunque moderado, muestra mucho más que una mejora en el apetito de los compradores, ya que implica un quiebre de la tendencia a la baja que dominó el sector en los últimos 17 meses.
El mes pasado se vendieron 56.315 unidades, un 17,3% más que en mayo, pero casi 25% menos que en el sexto mes de 2013, el año dorado de la industria automotriz en la Argentina, con récord de ventas.
El número del mes pasado, de todas maneras, muestra un contraste muy fuerte con respecto a la caída del 39% que tuvo la actividad en las concesionarias en enero, el peor número en lo que va del año.
Antes que reconfortados, los dueños de las concesionarias son cautos. Ninguno de ellos quiso hablar en voz alta con LA NACION. Pero deslizaron que los números de junio no alcanzan para afirmar que el cambio de la tendencia se consolidará en los meses próximos. Más aún: creen que este mes las ventas volverán a caer porque todavía no están resueltas algunas cuestiones de fondo. Entre ellas, si dispondrán en lo que resta del año de la cantidad de unidades necesaria como para atender la demanda.
CON CUENTAGOTAS
La oferta de vehículos en las concesionarias depende de la actividad en las automotrices. Según los ejecutivos del sector, que reúne a algunas de las principales empresas del país, como GM, Ford, Volkswagen, Honda y Renault, necesitan que el Gobierno les autorice el acceso a unos US$ 260 millones por mes para pagar la importación de partes y, en menor medida, de vehículos terminados. Hasta hace algunos días, la oferta oficial partía de un piso de US$ 160 millones.
"Hay que mirar la tendencia. Los primeros meses daban muy mal porque en la misma etapa del año pasado todavía repercutía el arrastre de 2013, que había sido bueno. Pero ya a esta altura la comparación se hace contra los meses de 2014 en los que la caída era más profunda", explicó Dante Sica, de la consultora Abeceb. Además, sostuvo que el tipo de cambio planchado y cierta estabilidad en los niveles de empleo mejoraron un poco la confianza del consumidor.
Su pronóstico para lo que resta del año: el número final de venta de vehículos estará más determinado por la oferta (es decir, la disponibilidad de autos) que por el apetito de los conductores.
En enero, los fabricantes de autos pensaban terminar 2015 con unas 680.000 unidades, pero con el correr del año redujeron esas expectativas. Isela Costantini, presidente de Adefa (que reúne a las terminales) y CEO de GM estimó días atrás, en el Salón del Automóvil porteño, que la producción de este año rondará las 600.000 unidades. Citó como el gran problema de la industria la caída de las exportaciones a Brasil, y no vaticinó una pronta recuperación del sector.
En la carrera por marcas, en junio Volkswagen ganó la carrera, con 9908 unidades vendidas, seguida por Ford, Chevrolet, Fiat y Renault. En la comparación interanual, la filial local de la empresa alemana creció 40 por ciento.. (La Nación)