Foro de commodities. Buscan posicionamiento las herramientas para gestionar el riesgo en el volátil segmento de los granos.
Rosario. Un inmenso luchador de sumo delante de un esmirriado individuo que sólo atina a extender los brazos y dejar al descubierto la disparidad de fuerzas. “Si uno está en este mercado tiene que verlo de este modo; si no gestiona el riesgo, está especulando; y cabe la posibilidad de ser aplastado”.
Con esta imagen se presentó la estadounidense Susan Sutherland, directora de Productos Agrícolas de CME Group –la corporación que comanda el mercado de Chicago– durante el Primer Foro Latinoamericano de Commodities Agrícolas, que se concretó esta semana en Rosario, convocado por Agroeducación, CME Group y RJO’Brien.
Las herramientas para gestionar el riesgo agrícola estuvieron sobre la mesa. En la primera jornada, Sutherland dirigió un taller sobre futuros y opciones y se refirió a la expansión de las coberturas a través de plataforma electrónica, y los instrumentos que permiten combinar los resguardos en commodities con el mercado de acciones y el sistema financiero.
Chicago se actualiza
“El próximo 2 de julio, la ruedas de futuros en Chicago van a cerrar. Estamos ante un cambio de era. Seguirá la operación con opciones agrícolas en el piso, que son cerca del 40 por ciento del volumen; el resto es todo electrónico”, explicó Sutherland a La Voz del Campo.
[Susan Sutherland, directora de Productos Agrícolas de CME Group, en el foro de commodities, en Rosario (Prensa Agroeducación).]
Las plataformas electrónicas de comunicación y transaccionales –explicó la directora de CME Group– están dejando atrás la antigua modalidad. “El 99 por ciento de los futuros agrícolas ya se estaban operando en Chicago vía plataforma electrónica, que es mucho más barata para los brokers , los usuarios y para la Bolsa. Es mucho más caro mantener un piso con gente, con servicios, administración y que prácticamente no se utilizaba porque ya era todo electrónico. Así que esto fue una decisión consecuencia de la operatoria real”, consignó Susan junto a María Sol Arcidiácono, de Intagro-Agroeducación.
Financiamiento agrícola
Diego Fernández, gerente general del Rofex (Rosario Futures Exchanges) mencionó que la nueva ley de mercado de capitales, sancionada hace dos años, implicó “barajar y dar de nuevo”, para pronosticar que en 2016 habrá un crecimiento importante de las inversiones, si se contabiliza que la Argentina está muy barata en activos reales y financieros. “Prevemos mucho movimiento de inversiones desde el interior; hoy estamos fuera de este mapa y las inversiones podrían multiplicarse por 10”, ponderó.
También describió que el mercado de capitales argentino era una isla y no llegaba al interior y a la producción agropecuaria. La apuesta apunta a federalizar este flujo e integrarlo con la economía real a través de un “combo” de herramientas: conexión del mercado físico con el de futuros, obligaciones negociables, fideicomisos financieros, fondos comunes, títulos públicos, acciones, cauciones y cheques de pago diferido.
Para materializar estos productos, el Rofex estableció vinculaciones con el Merval y el Mercado Argentino de Valores SA, que instaló su sede en el edificio de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Esta plataforma, según indicó su gerente Fernando Luciani, tomó el desafío de interactuar con los brokers para arrimar instrumentos a los actores del agro. Y mencionó que hoy sólo el 11,7 por ciento de los préstamos surgidos en el sistema bancario tienen como destino a los productores primarios. Una desconexión que también comparó de este modo: los 21 mil millones de dólares que vale en bruto una cosecha de soja equivale al valor bursátil de todos los bancos que cotizan en Bolsa en el país.
Luciani apuntaló los conceptos del gerente del Rofex, en el sentido de que el productor puede trasladar el riesgo por medio de un “producto sintético” (financiero), por ejemplo a través de la colocación de cheques de pago diferido y la compra de un put (opción) en el Rofex.
ROE para maíz, ya
En el panel que abordó las perspectivas de precios para los mercados locales, María Sol Arcidiácono dijo que el ciclo 2015/2016 para el maíz contará con el “lastre definitivo y contundente” de las últimas dos campañas en Estados Unidos y la que se avecina, en la que el país del norte redondeará unos 360 millones de toneladas. “El escenario de sobreoferta se profundizó”, sostuvo la analista, para seguidamente tomar nota de que en agosto ingresará la producción de Brasil (safrinha), donde el gobierno de ese país decidió además subsidiar los fletes, perfilándose como segundo exportador mundial.
“El productor brasileño no puede esperar; se vende y embarca el maíz a precio muy competitivo (unos 10 dólares por tonelada por debajo del maíz argentino) porque después viene la cosecha en Estados Unidos”, apuntó para recomendar entonces que los ROE argentinos deben darse en el período marzo-julio, lo que debería hacer el Gobierno de manera inmediata, entre tres y cuatro millones de toneladas para que el mercado tome dinamismo (a partir de agosto Brasil embarca unos 15 millones de toneladas). “Dar los ROE en octubre-noviembre es muy ineficiente”, advirtió Arcidiácono.
Diego de la Puente (Nóvitas) proyectó que a fines de julio estará vendida entre 70 y 80 por ciento de la cosecha local de soja. Recomendó que quien necesite vender hoy lo haga a dos mil pesos y adquiera un call para cubrirse, por cuanto no se sabe qué ocurrirá con la cosecha en Estados Unidos.
“Si no vendo, comprar tiempo por medio de un put en Argentina para cerrar el tipo de cambio a enero (ajuste de 21 por ciento). Es un año que, si resolví las cuestiones financieras, estoy en buena situación para resolver las cuestiones comerciales”, razonó De la Puente.
Hoja de ruta
Medidas para el agro. El analista Salvador Di Stefano opinó que el próximo gobierno será de transición, por cuanto “no podrá ajustar todo junto” en materia económica, pero deberá tomar medidas, y sugirió un grupo de medidas que el agro deberá gestionar, a saber: el ajuste de balances por inflación, que permita dimensionar y dinamizar debidamente la inversión, como en el caso de la producción de carnes. Luego, encolumnó la apertura y liberación de las exportaciones, tanto para granos como para carnes y lácteos. Y, en tercer orden, mencionó una nueva ley de combustibles, que permita recortar la carga impositiva en función de las distancias a las zonas portuarias.
Frente interno
Lo que viene. Diego de la Puente (Nóvitas) y Carlos Etchepare (Canal Rural) evidenciaron matices en sus diagnósticos sobre el escenario económico del agro local. Etchepare reconoció que ve a los productores muy desanimados, pero dijo ser optimista. “El año que viene va a ser mejor: el gobierno que entre va a sacar las retenciones al trigo, abrirá la exportación y va a tener que hacer una devaluación. Y esta es una de las medidas que ahora se prometen y van a poder cumplir. Hay feedloteros, porcicultores haciendo lobby para que no se saquen las retenciones al maíz; a la soja seguro que no se la van a sacar, pero con una soja a 220 dólares y un tipo de cambio mejor...”, razonó.
Tormenta. De la Puente, por su lado, fue categórico: “Hoy los productores están quebrados y muchos no se dieron cuenta; lo harán en julio, cuando tengan que pagar las tarjetas”, advirtió. Seguidamente, comparó que Brasil tuvo la ventaja de devaluar e instó al gobierno que viene a eliminar la Resolución 543 (ROE verde) y a sacar las retenciones al trigo y al maíz, que hoy representan el 0,1 y el 0,5 por ciento de toda la recaudación; contabilizó además un inevitable ajuste cambiario. “Sin todo esto no hay negocio. La política triguera fue un error estratégico increíble y quiero ver qué va a hacer el que venga”, razonó el analista.
Gobernar es escuchar. El flamante gobernador electo de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se hizo presente en el Foro Latinoamericano de Commodities Agrícolas. “La sociedad tiene una fuerte demanda de mayor diálogo e institucionalidad. Hoy gobernar es escuchar”, señaló. Previamente, el gobernador Antonio Bonfatti dijo que este año Santa Fe invertirá 54 millones de pesos en proyectos de investigación con aplicación productiva.