Escuchá el análisis del especialsita en Agronegocios Juan Vasquetto sobre la situación del precio de los granos.
El informe del USDA publicado el martes tuvo efectos bajistas en los precios de los granos. Los stocks finales abultados, las altas relaciones stock consumo y la desaceleración económica pesaron más que las noticias, que no fueron diferentes a lo que el mercado esperaba.
La gripe aviar se sigue extendiendo en Estados Unidos y afecta el consumo de maíz con destino forrajero mientras que por el lado de la oferta, las siembras tempranas de soja y maíz hacen esperanzar a los productores de Estados Unidos con elevados rindes.
Las lluvias en las regiones productoras de Estados Unidos generan complicaciones para la siembra de soja, aunque son beneficiosas para los cultivos de maíz y no alcanzan para detener el alocado ritmo de siembra en el país del norte que se encuentra sobre los promedios de los años anteriores.
No encontramos en el mercado noticias que otorguen sustento a las cotizaciones, pese a la depreciación del dólar en los índices de monedas que debería incentivar las exportaciones de los productos del agro y el aumento del petróleo que le otorga algo de impulso a los biocombustibles.
La pregunta que todos se hacen ahora es si esta baja de los precios sirve como disparador y si la cantidad de “ofertas” que se aprovechan son voluminosas, la mayor demanda puede hacer subir los precios. Si esto se da, se cumple la profecía que los mejores remedios para los precios son los precios bajos. Ante esta realidad nos encontramos frente a los anuncios que China reduciría su Impuesto al Valor Agregado en dos puntos en octubre para darle impulso a la economía. Esta reducción hace suponer que los importadores podrían esperar la reducción para incrementar las compras.
Nos aproximamos al “mercado climático americano” que coincide con la fecha de floración del maíz que luego empalma y la época de llenado de granos de la soja en buenas condiciones de implantación y con pronósticos del comportamientos del tiempo en el hemisferio norte que hasta ahora no presentan amenazas, todo parece indicar que el próximo mes será tranquilo en materia de precios.
Con las lluvias en Estados Unidos en el centro de la escena y todos los operadores mirando lo que ocurre con los cultivos en el país del norte, el olvidado productor local debe vender gran parte de la producción a precios muy bajos para hacer frente a los compromisos financieros asumidos. Si bien las estadísticas indican que son pocas las operaciones “a precio”, hay en manos de fábricas y exportadores mucha mercadería “a fijar” que inevitablemente se deberán preciar en estos días ya que los vencimientos en general se pactan para mayo.
En consecuencia de no mediar faltas de lluvias en los próximos días en las zonas productoras en lo que resta de mayo no podremos esperar noticias alentadoras.
Este es un año difícil y lleno de incertidumbre en donde pese a los rindes los números del campo argentino están ajustados y más cerca de los quebrantos que de los beneficios.
A pesar de los malos precios todavía parece interesante el precio de la soja a noviembre en el mercado local como estrategia de cobertura si el presupuesto financiero permite guardar soja, y si somos optimistas podríamos cubrirnos al alza aprovechando el mayor valor que otorga las mayores cotizaciones del producto y el tipo de cambio.
En síntesis pese a todas las adversidades siempre se puede hacer algo para tratar de mejorar la situación de cada empresa agropecuaria, o sino simplemente debo esperar el milagro.