Renzo Antonelli, el niño correntino de 2 años que fue trasplantado del corazón hace dos semanas, abandonó ayer el respirador artificial y pasó un día de intensa felicidad junto a su papá, justo en su día.
 
"Este día del padre fue una fiesta largamente esperada. Hemos recuperado la fiesta para la familia después de dos años y medio", contó emocionado Jorge, su abuelo, en comunicación con radio Continental.
 
"Para nosotros fue como un año nuevo. Y esa fiesta la recibió Renzo con su papá desde los primeros minutos del día del padre. Los dos juntos estuvieron jugando hasta las tres de la mañana", relató el hombre.
 
Durante todo el día de ayer, el pequeño se mostró activo y disfrutó de su padre. "El papá participó de los momentos de curación y de su baño. Pasaron un día intenso de padre e hijo", repitió Jorge.
 
"Sigue evolucionando perfectamente bien. Ya lo vamos cambiando de posición e incluso estuvo unos segundo parado, lo cual indica que se encuentra bastante bien y que su sistema va mejorando. Su corazón responde en un 100 por ciento a los requerimientos de su organismo", remarcó su abuelo.

La historia de Renzo
 
El pequeño, oriundo de Corrientes, sufre una afección cardíaca de nacimiento. Los primeros años de vida de Renzo transcurrieron entre el Instituto de Cardiología de Corrientes y el Hospital Garrahan. La enfermedad le impedía el normal desarrollo del miocardio, por lo que el músculo cardíaco no tenía fuerza para bombear sangre y oxigenar el resto del cuerpo. En octubre del año pasado, fue conectado a un corazón artificial. Desde entonces, se encontraba en la lista de espera del Instituto Nacional de Donación de Órganos (Incucai).
 
Finalmente hace 15 días fue operado en el Garrahan. En un principio, el cuerpo del niño había rechazado el órgano, pero días más tarde el nuevo corazón comenzó a funcionar correctamente y desde entonces el pequeño se recupera satisfactoriamente.
 
Fuente: La Nación