Un poco porque hombres y mujeres igualaron sus condiciones sociales y otro tanto porque ellos se permiten desarrollar más su costado "paternal", su rol se ha modificado.
Hoy se celebra, como cada tercer domingo de junio, el Día del Padre. Y en cada familia la celebración se vive de diferentes maneras. Están las familias ensambladas, las que el padre nunca se hizo cargo de su hijo, aquellas en las que una enfermedad dejó a niños sin padre, y esas otras en que hay hombres que están aprendiendo su nuevo rol.
"Su presencia es tan necesaria como la de mamá. Estén juntos o separados, la influencia paterna interviene en el desarrollo de aptitudes diferentes, particularmente en establecer relaciones sociales", indicó la licenciada Emilia Canzutti (MP 90400).
Consultada sobre la actitud más "participativa" que desarrollan los padres hoy en día, la co-fundadora de Momento Cero consideró que "todo rol evoluciona" y "siempre tiene matices".
"Si uno tuvo un papá autoritario, desde hace unas décadas se impone cambiar porque se cree que ese modelo no es lo mejor", reflexionó Canzutti, para quien, "por otro lado, a veces hoy se impone tener más autoridad; los chicos necesitan que los papás tengan otro tipo de presencia, hay que intentar no caer en el autoritarismo ni la libertad absoluta".
Lo que para la especialista se debe tener en cuenta es qué nos sirvió de tener un determinado papá y qué se debe aggiornarse de esta función por los tiempos que se viven.
"Siempre es ideal tener un referente, pero a veces debemos aggiornarnos en algunas cosas e innovar en otras e inaugurar un modelo", reflexionó Canzutti.
El rol de los padres se modificó a lo largo del tiempo, de ocupar un espacio más periférico pasó a ser más participativo.
Tras asegurar que "el ejercicio de ser papá implica, más allá de congeniar con la pareja, pensar qué hago yo en función del tipo de padre que quiero ser, el que tuve y el que mi hijo necesita", la especialista destacó que el actual modelo de padre más presente tiene que ver con tres factores que se dan casi en simultáneo.
"Desde lo social, el hecho de que la mujer y el hombre tengan igualdad de condiciones en lo laboral hace que repartan tareas en el hogar; otro elemento que influye es que las mujeres nos animamos a convocarlos más, a mi abuela ni se le ocurría decirle a mi abuelo que cambie un pañal; y por último hoy muchos papás se permiten desarrollar más la cualidad paternal, yo los veo en el supermercado y a veces son más maternales que lo que se veía en otra época", consideró.
Si bien para Canzutti es primordial la presencia del padre en la crianza de los hijos, reconoció que hay circunstancias devastadoras que hacen que esa situación ideal no pueda darse. "Desde un divorcio hasta una enfermedad o muerte precipitada son algunas de las situaciones que harán que el niño no crezca con su padre todo lo necesario", destacó la especialista, y remarcó: "Hay que confiar en que algo de otras figuras masculinas el chico puede copiar".
"En familias en las que el papá no está por alguna de estas causas hay que confiar en que el chiquito va a buscar su modelo; nada queda librado al azar, la naturaleza sola hace que eso ocurra, que un abuelo o un tío que nunca lo habría pensado ocupe ese rol", aseguró.
"Hay figuras que saben 'bajar línea', que son importantes de todos modos en la vida del niño, aunque no sea el papá", subrayó.
Papás que van al supermercado y se preocupan por la dieta
Según un reciente estudio, un nuevo paradigma de consumidor masculino llegó para quedarse: los hombres de hoy adquieren productos saludables y están atentos al impacto de los alimentos en su apariencia y bienestar.
De acuerdo a un estudio realizado por la consultora Trendsity para Danone Argentina, los tiempos cambiaron y hoy los ordenamientos sociales que históricamente sirvieron de base para las diferencias naturales de los sexos, se encuentran de redefinición. Ejemplo de ello es la actitud de los hombres frente a la alimentación.
Desde siempre, en el almuerzo y cena, a los hombres les gusta los productos que dejan "huella" psíquico -corporal, que les permiten tomar nota que se comió algo. Esta acción de comer (morder, masticar, trozar) hace al hombre sentirse "activo", a diferencia de los atributos de delicadeza más asociados a la alimentación femenina.
Hoy en día, el nuevo hombre y papá moderno está ganando espacio en un terreno que fue históricamente liderado por la mujer. Ellos van al supermercado, eligen qué comer y compran en función de lo que es sano y nutritivo para toda la familia. Se están registrando nuevas tendencias en las cuales los hombres se manifiestan más atentos al impacto de los alimentos en su salud en el corto y mediano plazo, teniendo un mayor interés por la prevención.
En materia de salud, a pesar de seguir prefiriendo un buen asado, cada vez más hombres argentinos eligen comprar productos saludables y naturales pero que no sacrifiquen el sabor: yogurt, quesos untables, leches, cereales, agua pura, saborizadas, frutas y verduras; etc. Aunque nunca reconocen que se están cuidando, estos productos los hacen sentir que mejoran los hábitos en las comidas y que pueden ser un buen ejemplo para sus hijos: la comida puede ser saludable y rica a la vez.
"La dieta alimenticia de la familia antes era mandato exclusivo de la mujer pero, desde que el hombre se metió en la cocina y va al super, ganaron terreno en lo que a consumo saludable y natural se refiere", comentó Patricia Schneier, directora de Investigación de Mercado de Danone Argentina. "Se volvieron más conscientes en cuanto al balance entre comer (eligiendo sólo lo que les gusta) y alimentarse (eligiendo lo que es bueno y rico). Esto lo transfieren a sus hijos, dado que se involucran más en su alimentación y aprovechan los momentos de la comida para pasar más tiempo de calidad con ellos", finalizó.