La Corte Suprema de los EE.UU. falló contra la compañía que comercializa tests genéticos.
No se pueden patentar genes humanos, dictaminó ayer por unanimidad la Corte Suprema de los Estados Unidos. El caso se refería a patentes de la compañía de Utah Myriad Genetics y a genes que se vinculan con un riesgo aumentado de cáncer de mama y ovario hereditario.
Científicos y médicos denunciaron estas patentes al aducir que perjudicaban sus investigaciones y su capacidad para ayudar a los pacientes. Los genes en tela de juicio recibieron gran atención pública después de que la actriz Angelina Jolie reveló el mes último que se había sometido preventivamente a una mastectomía doble después de saber que había heredado una copia fallada de un gen que aumentaba su riesgo de padecer cáncer de mama.
El precio del test, que frecuentemente excedía los 3000 dólares, se debía en parte a la patente de Myriad, y lo ponía fuera del alcance de muchas mujeres. La compañía iniciaba juicios de violación de patentes contra quienes hacían otros tests basados en el gen.
El precio del test "debería bajar significativamente", dijo el doctor Harry Ostrer, uno de los que promovieron el pleito. La decisión, dijo Ostrer, "tendrá un impacto inmediato en la salud de las personas". Horas más tarde, el examen genético ya había reducido su valor a un tercio.
El dictamen de la Corte también dará forma a las investigaciones científicas y médicas en otros campos, y puede alterar la voluntad de las empresas de invertir en programas muy costosos para aislar y entender el material genético.
La decisión respetó la posición de la administración Obama, que había argumentado que el ADN aislado no podía ser patentado, pero que el ADN complementario, que es una construcción artificial, sí podía ser protegido por el derecho a la propiedad intelectual. Esto podría limitar algo del impacto en la industria del reciente fallo.
El precio de mercado de Myriad había aumentado alrededor del 10% en las primeras operaciones, lo que indicó que los inversores creen que la compañía había retenido la capacidad de proteger su negocio de la competencia.
"Creo que todos los que estaban prestando mucha atención a este caso se imaginaban bastante bien lo que iban a hacer", dijo Robert Cook-Deegan, profesor de investigación del Instituto de Ciencias Genómicas y Política de la Universidad de Duke, que ha seguido de cerca el caso y el problema del patentamiento de genes.
Cook-Deegan dijo que él pensaba que Myriad tendría que enfrentar ahora la competencia de otras compañías en materia de tests para detectar genes que aumenten el riesgo de cáncer de mama.
"Estaría realmente sorprendido si ellos llevaran a juicio a alguien por infringir el patentamiento de un test diagnóstico", comentó acerca de Myriad.
Agregó que había sólo un pequeño número de empresas de tests diagnósticos que dependieran del patentamiento de fragmentos aislados de ADN, y que el impacto de la decisión en la industria biotecnológica será limitado.
La cuestión central para los jueces de este caso de la Asociación de Patología Molecular versus Myriad Genetics fue si los genes aislados son "productos de la naturaleza" que no pueden ser patentados o "invenciones humanas" que son elegibles para la protección del patentamiento.
El descubrimiento de Myriad del lugar preciso y la secuencia de los genes en conflicto, BRCA1 y BRCA2, no podían entrar dentro de esta segunda categoría, según escribió el juez Clarence Thomas en el fallo de la Corte.
"Un segmento natural de ADN es un producto de la naturaleza y no puede ser protegido por una patente simplemente por haber sido aislado -dijo-. No hay duda de que Myriad no creó ni alteró la información genética codificada en los genes BRCA1 y BRCA2."
"Descubrimientos revolucionarios, innovadores o incluso brillantes no satisfacen por sí mismos los criterios indispensables para ser elegibles para una patente", agregó.
Pero manipular un gen para crear algo que no se encuentra en la naturaleza, dijo el juez Thomas, es una invención y puede ser protegido por el derecho de propiedad intelectual.
Él también dejó la puerta abierta para que las compañías se beneficien de sus investigaciones por otros medios. Pueden patentar los métodos para aislar genes, dijo.
"Pero los procesos utilizados por Myriad para aislar el ADN ya eran conocidos por los genetistas", escribió Thomas. También agregó que las empresas pueden obtener patentes de nuevas aplicaciones del conocimiento ganado de la investigación genética.