Productores de Santa Fe pidieron que la industria no aplique más recortes
Tamberos del oeste santafecino, en la cuenca lechera más importante de América latina, junto con sus pares del este cordobés, se concentraron durante gran parte de la tarde de ayer frente a las instalaciones que la industria del grupo canadiense Saputo -que controla a la ex Molfino- posee en Rafaela, 98 kilómetros al oeste de esta capital, en otra instancia del reclamo iniciado el mes pasado, cuando las empresas que integran el Centro de la Industria Lechera (CIL) anunciaron una baja en el precio que pagan a productores del orden del 3% para los dos primeros meses de este año.
"Nuestro costo de producción está entre 3,30 y 3,40 pesos por litro, contra un precio que en diciembre ya estaba por debajo de $ 3,25. Pero ahora empezaron a avisar que quieren bajar 5% o 17 centavos para la leche entregada en enero", denunció Daniel Oggero, delegado de la Federación Agraria Argentina (FAA) en esa zona.
Juan Ottero (Coninagro), Oggero y Alberto Rosso (FAA) y Gustavo Colombero (Federación de Centros Tamberos) encabezaron la concentración. Rosso sostuvo: "Nunca fuimos vendedores de leche, sino que siempre fuimos entregadores, a tal punto que estamos a 29 de enero y no sabemos lo que vamos a cobrar. Lo que más nos duele y preocupa es la desprolijidad de todo esto, porque algunos bajan y otros no. A nosotros nos cuesta entre 3,60 y 4 pesos poder producir el litro de leche; estamos cobrando 3,30 y nos quieren bajar 30 centavos. Que nos expliquen cómo podemos seguir".
Oggero recordó que las lácteas Williner (a la que él entrega su producción de un rodeo de 110 vacas), Verónica, Milkaut y ahora Saputo aplicaron esa rebaja que, según advirtió, "es absolutamente informal" porque la decisión "se transmite verbalmente o por teléfono, nunca, jamás, por escrito".
Ante una consulta, reconoció que las líderes del mercado, SanCor y La Serenísima, mantienen los precios. "SanCor está pagando por composición de sólidos, es decir, por calidad, con lo cual incluso podría haber un precio mejor para la producción de buena calidad", admitió. Y amplió: "El problema con las lácteas que nos quieren bajar el precio es que esto lo hacen cuando la producción cae 30% por el estrés térmico del verano y todo se hace más complicado".
"Esta forma pacífica de reclamar por lo que creemos justo no se va a detener. Nos haremos escuchar: ¿son empresarios o son usureros?", sostuvo en clara alusión a la posición asumida por el CIL, que justifica la baja en que durante 2014 hubo una fuerte caída del precio internacional de la leche en polvo, que pasó de 5000 dólares por tonelada a comienzos de año a US$ 2500 a partir del segundo semestre. En cambio, las industrias que se concentran en el mercado interno, como SanCor y La Serenísima, mantendrán los precios.
Por otra parte, se recordó que la Comisión Interna de Lechería de FAA se reunió el lunes pasado en Rosario. Allí, delegados de distintas regiones coincidieron en rechazar el intento de la industria de bajar el precio que están pagando a los productores por litro de leche. Según la estimación de la entidad, con los cerca de 11.000 millones de litros anuales que produce el país, los recursos de los que pretenden apropiarse las fábricas (de 20 centavos por litro) significarían una transferencia de $ 180 millones mensuales, de los productores al sector industrial.
En este marco, la FAA advirtió que si no se recupera un precio razonable para el productor, que estima hoy en $ 3,70, la actividad tambera seguirá concentrándose. (La Nación)