Se desató una polémica por el hallazgo de construcciones subterráneas antiguas en la manzana del Banco de Córdoba, donde esta entidad prevé construir su edificio corporativo. El cruce de opiniones surgió tras la publicación de fotos y planos de estas ruinas que hizo Paparazzi de Arquitecturas en Facebook.

En el corazón de la manzana de calles San Jerónimo, Buenos Aires, Entre Ríos e Ituzaingó se observan una gran excavación y máquinas. Fruto de los trabajos –ejecutados por empresas contratadas por Bancor– emergieron del subsuelo viejas construcciones en ladrillo y cal.

Personal de la obra no autorizó a La Voz del Interior a constatar visualmente la excavación. Tampoco patrimonialistas pudieron ingresar. Un vallado perimetral destaca que trabaja la firma Regam y también hay un cartel de la empresa de excavaciones y demoliciones Olmos.

Josefina Piana, asesora de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, cree que aparecieron “restos de viviendas de la fundación de Córdoba” (fines del siglo XVI), más precisamente sótanos o depósitos para conservar alimentos (carnes, quesos). “Estaban en todas las casas de aquellas épocas, muchas de las cuales eran tambos; eran las ‘heladeras’ de entonces”, comentó.

La versión oficial es otra: se habrían descubierto pozos negros. Documentación a la que tuvo acceso este diario muestra autorizaciones para las obras.

El Foro en Defensa del Patrimonio Cultural de Córdoba dice que asomaron restos valiosos de “una ermita o capilla de los franciscanos, que habría sido demolida en las excavaciones”.

En la citada página Paparazzi de Arquitecturas –de Oscar Gregorat– se refiere que apareció “el cascarón de una vieja construcción de época”.

El arquitecto Daniel Dalmasso, del Grupo Speleotúnel, opina que las ruinas son “un pozo absorbente, una estructura de servicio cloacal”. Agregó: “Habría que vaciarlo y descubrir su arqueología, con especialistas desinteresados”. Y reveló que en la medianera que da al edificio del Banco de Córdoba merecería “evaluarse” otra vieja construcción que asomó.

Temen daños estructurales

Tanto Piana como Navarro Cima consideran “probable” que las excavaciones realizadas provoquen daños estructurales al edificio del Banco de Córdoba (San Jerónimo 166), que es Monumento Histórico Nacional.

“La Provincia debería haber hecho un peritaje arqueológico; las retroexcavadoras destruyen el patrimonio subterráneo oculto y, quizá, hayan hecho desaparecer parte de las ruinas halladas”, planteó Navarro Cima.

Fuentes de la Provincia respondieron que se hizo el estudio de impacto arqueológico antes de iniciar las excavaciones. Agencia Córdoba Cultura autorizó a Andrés Izeta (del Instituto de Antropología de Córdoba, el Conicet y la UNC) y a Eduardo Pautassi (UNC) a realizarlas.

En junio de 2014, los profesionales dictaminan que “no hay estructuras con valor patrimonial en condiciones de conservar” y sugieren “proseguir con las excavaciones necesarias para llegar a la cota proyectada en la construcción de la sede corporativa” de Bancor.

Según el Gobierno, la excavación se realiza “conforme con lo exigido por la Dirección de Cultura y Patrimonio de la Municipalidad, con supervisión de los arqueólogos intervinientes”.

También indica que la Conaplu (Comisión Nacional Argentina para la Unesco) determinó que el proyecto de construcción del edificio corporativo en la zona de amortiguación de la Manzana Jesuítica fue remitido a la Comisión Nacional de Museos, la que el 22 de julio pasado “evaluó favorablemente el perfil” de la obra porque se adecua a las disposiciones de la ordenanza 8.057 (regula intervenciones en el Centro Histórico).

Asimismo, destaca que el Comité Ejecutivo de la Red de Manzanas y Estancias Jesuíticas de Córdoba “no encuentra objeciones” al proyecto.

Por último, la Provincia asegura que el 23 de octubre el municipio autorizó la aprobación de planos de la iniciativa.

Quién debe autorizar

Piana aclaró que sólo la Comisión de Museos puede autorizar obras en lugares con restos arqueológicos, como se estima hay en el centro cordobés. “Un arqueólogo de la UNC no tiene atribuciones legales para dictaminar si se puede seguir socavando el subsuelo”, advirtió.

Leyes provinciales y nacionales reflejan que cualquier resto arqueológico tiene valor patrimonial y científico, es decir que no se puede destruir.

“El subsuelo es del Estado y allí se pueden encontrar sitios arqueológicos; lo que se encuentra bajo tierra es la memoria colectiva, de inestimable valor por la información histórica que acarrea”, resaltó Piana, para quien “los emprendimientos inmobiliarios mandan y matan la memoria de los cordobeses”.

Demoliciones

El Foro en Defensa del Patrimonio Cultural alertó que, con las obras en marcha en la manzana del Banco de Córdoba, también se demolió un inmueble de 1908 con valor patrimonial (en calle San Jerónimo 130-142), donde antes había una construcción de 1889 que, en su momento, también se tiró abajo.

De la casona de Buenos Aires al 139 sólo quedó la fachada.

En detalle

Ruinas. A raíz de las excavaciones que se ejecutan en el interior de la manzana del Banco de Córdoba para construir el edificio corporativo, aparecieron antiguas construcciones bajo tierra.

Cloacas. Según el Gobierno provincial y el Grupo Speleotúnel, se trataría de pozos absorbentes (o “negros”) de épocas en que no existían las cloacas en Córdoba. 

Depósito. Josefina Piana, asesora de la Comisión Nacional de Museos, piensa que los restos arqueológicos encontrados son depósitos para conservar alimentos. 

Capilla. El Foro en Defensa del Patrimonio Cultural de Córdoba cree que asomaron las ruinas de una ermita o capilla de la orden franciscana.

En regla. La Provincia asegura que las obras se ajustan a las normas y tienen las autorizaciones pertinentes.

Críticas. Patrimonialistas plantearon irregularidades.

Fuente: La Voz