Tras un silencio que preocupó a los sudafricanos, el gobierno volvió a emitir un parte oficial indicando que el ex presidente se encuentra "estable"
El estado de salud del ex presidente Nelson Mandela, de 94 años, sigue siendo grave desde que fue hospitalizado el sábado pasado, anunció esta mañana el gobierno sudafricano, después de 48 horas de un silencio que preocupó al país.
"El ex presidente Nelson Mandela sigue hospitalizado y su estado es estable. Madiba ingresó el 8 de junio de 2013 para ser atendido en un hospital de Pretoria por una infección pulmonar", indicó la presidencia en un breve comunicado, utilizando su nombre de clan, adoptado por la gran mayoría de los sudafricanos.
"El presidente Jacob Zuma reitera su llamado a Sudáfrica a orar por Madiba y su familia durante este período", añadió el gobierno, refiriéndose al Premio Nobel de la Paz, héroe de la lucha contra el apartheid.
El vocero de la presidencia, Mac Maharaj, había anunciado el sábado por la mañana la hospitalización por una neumonía, en estado grave, del primer presidente negro del país.
El nombre del establecimiento de Pretoria donde es atendido no fue divulgado, tal como sucedió con sus anteriores hospitalizaciones.
Sin embargo, decenas de periodistas acampaban ante un hospital especializado de la capital donde aparentemente fue ingresado. Dos hijas de Nelson Mandela y varios de sus nietos fueron vistos allí ayer.
"Vi a mi padre y está bien. Es un luchador", declaró al diario británico The Guardian la hija del ex presidente, Zindzi, la única integrante de la familia que rompió el silencio.
"Nosotros queremos crear un ambiente propicio para su restablecimiento", explicó Mac Maharaj. "Por lo tanto, los seres amados más cercanos van a verlo, eso es todo, nada más", dijo el vocero, quien fue compañero de celda de Mandela durante el apartheid.
Mientras las plegarias por la salud del ex presidente, de 94 años, se repiten en varios rincones del país, el círculo cercano a Madiba se muestra con pocas esperanzas.
"Ha llegado la hora de dejarlo partir. (...) Su familia debe dejarlo ahora, para que Dios pueda hacerlo a su manera", declaró Andrew Mlangeni, un compañero de lucha de Mandela.
Se trata de la cuarta internación de Mandela desde diciembre. La última vez que lo dieron de alta fue el 6 de abril después de que los médicos le diagnosticaran neumonía y le drenaran fluidos de la zona pulmonar.
Sus recurrentes problemas pulmonares se vinculan a una tuberculosis que contrajo durante los 27 años que estuvo encarcelado en la prisión de Robben Island, picando piedras y respirando un polvo que dañó para siempre sus pulmones.
Aunque está totalmente retirado de la vida pública desde hace años, Mandela sigue siendo el símbolo de una Sudáfrica unida a pesar de sus persistentes divisiones raciales. Encarna el milagro de un país que pasó del régimen de la segregación racial a la democracia en 1994, con él a la cabeza.