El pago del Gobierno nacional a los tenedores de los bonos de los canjes 2005 y 2010, por cerca de 1.000 millones de dólares y cuya fecha de pago fue el 31 de diciembre, se acreditará mañana, 2 de enero de 2015, por ser el primer día hábil posterior al vencimiento. El vencimiento de la cláusula RUFO abre nuevas posibilidades de negociación para la deuda en default.
El martes comenzaron los preparativos formales para pagar los vencimientos por cerca de 1.000 millones de dólares del bono Discount de los canjes 2005 y 2010, cuya fecha de pago exacta era el 31 de diciembre, día que por haber sido feriado bancario se acreditarán en las cuentas de los inversores este viernes.
De momento, sólo cobrarán los bonistas tenedores de títulos de deuda con legislación nacional -y quienes eventualmente hayan decidido ingresar al canje de septiembre último por bonos con legislación local-, y el resto se mantendrá en los fideicomisos respectivos, hasta que se solucione el conflicto entre la Argentina y el 7,6% de inversores holdouts, que quedó fuera del canje.
Por lo tanto, el impacto en las reservas del Banco Central sería pequeño, en principio, mientras que el resto, los bonos de legislación extranjera, se mantendrá en el Fideicomisos Nación SA, según lo establecido por la Ley de Pago soberano, hasta que se destrabe el conflicto judicial que impide a la Argentina pagar a tenedores con legislación de Estados Unidos, europea y japonesa.
Dicha Ley estableció también en su artículo 9 otro fideicomiso especial en una cuenta de Nación Fideicomisos en el Banco Central para el 7,6 por ciento que no ingresó a los canjes de deuda, en virtud de la buena fe y la capacidad de pago del país.
De los 1.000 millones de dólares que vencieron el 31 de diciembre, el Gobierno depositó 539 millones en Nación Fideicomisos, correspondientes a los servicios de los bonos del canje legislación extranjera. Otro tanto, fue destinado al fideicomiso, cuyos fondos están reservados para los holdouts que no ingresaron a los canjes.
Asimismo, siguen congelados en la cuentas del Bank of New York en el Banco Central los 539 millones de dólares que la Argentina depositó para el pago de junio a titulares de bonos con legislación argentina -y cuando el BONY era el fiduciario y agente de pagos-, y que el BONY dejó allí inmovilizados, a pedido de Griesa.
El 2014 culminó con 31.433 millones de dólares de reservas internacionales en el Banco Central.