Mientras el Ministerio de Agricultura estimó ayer una cosecha de trigo mucho más abultada que la que se esperaba (de por los menos 13,2 millones de toneladas), el Ministerio de Economía continúa trabando las exportaciones del cereal y provoca así una distorsión en los precios que perjudica seriamente a los productores.

La cartera a cargo de Carlos Casamiquela, sorprendió al mercado local de granos al dar cuenta de que espera una cosecha de trigo de 13,2 millones de toneladas. Hasta noviembre ese organismo calculaba una oferta de 12 millones de toneladas, más a tono con los pronósticos del sector privado. Ayer descolocó a todos, pues vaticinó que la producción triguera será todavía mayor y superará en 43,5% a la del año anterior.

Este pronóstico alentador deja muy mal paradas a las autoridades de la Secretaría de Comercio, que dependen del ministro Axel Kicillof y son quienes tienen la responsabilidad formal de habilitar las exportaciones de trigo y otros granos, a través de los ROE. Si sobrara tanto trigo como estima Agricultura dejaría de ser razonable el cerrojo vigente a las exportaciones del cereal, que actúa sobreofertando el mercado interno y deprimiendo los precios que reciben los productores. Este mecanismo, que se repite desde 2007, produce una transferencia millonaria de riqueza desde el sector primario a otros eslabones de la cadena, como molinos y exportadoras.

Con una oferta de 13,2 millones de toneladas como la proyectada por Agricultura alcanza para abastecer con mucha tranquilidad una demanda interna calculada oficialmente en 6,5 millones de toneladas de trigo, pues quedaría otro tanto para vender al exterior. Pero Economía ha habilitado recién exportaciones por poco más de 2 millones de toneladas. (Clarín)