Elcontador y consejero titular del Consejo Titular de Ciencias Económicas de Córdoba analiza los planes de comercialización agrícola y sus consecuencias.
En todo plan de comercialización agrícola existen variables controlables que dependen de nuestra gestión y variables no controlables, independientes de nuestro accionar, en este caso dependen de lo que ocurre con los precios y con las condiciones del tiempo.
Existen seguros agrícolas que permiten cubrirnos de algunas contingencias, nunca la totalidad del daño, y son un buen paliativo en la cobertura de granizo, siendo más difícil cubrirse de sequias, y otras amenazas ya que los seguros multiriesgo no se han difundido en nuestro país.
La segunda variable incontrolable son los precios que tienen correlación directa con la producción y el consumo, (oferta y demanda) que dependen de la economía global, siendo imposible detallar todos los factores que intervienen en las cotizaciones de los granos.
En consecuencia debemos abstraernos de tantas noticias externas y cuando los números de la empresa agropecuaria cierran teniendo en cuenta los rindes estimados y los precios de los futuros, llegó la hora de empezar a trazar nuestra estrategia comercial. Un error muy frecuente es esperar a tener la mercadería disponible para ponerle precio, un claro ejemplo de esto es lo que ocurrió con el trigo la presente campaña donde tuvimos buenos precios en los meses de siembra y una estrepitosa caída a la cosecha. Cabe destacar que desde mayo 23 días los precios del trigo estuvieron en u$s 200 dólares la tonelada.
Lamentablemente ahora la única solución que nos queda es tratar de retener el grano, si tenemos capacidad de almacenaje y financiera lo permiten, vendiendo a futuro que muestra mejores valores para mediados del 2015.
La paradoja del trigo tiene que ver con las incertidumbres nacionales donde los precios locales están influenciados ante la falta de autorizaciones para exportar (ROEs), esto hace que el sector molinero no se preocupe por hacerse de la mercadería, y productores que necesitan el dinero venden, ya que el acceso a la financiación para retención de granos es difícil en un mercado crediticio, caro, escaso y selectivo.
Cuesta imaginar cómo es posible que los sectores financieros no desarrollen este tipo de productos, ya que el productor puede ganan en siete meses un interés del 18 % en Dólares, si retiene trigo, vende en el término a u$s 152. Si conseguimos un instrumento que permita al menos compartir esta rentabilidad con el sector financiero en un muy buen negocio tanto para inversores como productores.
Con respecto a la cosecha gruesa, las certezas internacionales no son las mejores, mercado invertido en soja, un dólar fuerte, caída del petróleo, disminución de la tasa de crecimiento china y la mayor cosecha de la historia de Estados Unidos nos hacen pensar que existe riesgo bajista en los mercados internacionales, en los mercados locales la incertidumbre generalmente recorta el ingreso del productor, por lo tanto tenemos que trabajar con las coberturas flexibles este año donde las proyecciones no parece alentadoras.
Durante estos días vemos un inusual soporte en los precios motivado por las buenas cifras de exportación del país del norte y el accionar de los fondos que en las últimas semanas aumentaron sus posiciones compradas (largas). Muchas veces el optimismo nos impide pensar de manera clara, y demoramos las decisiones que permiten aprovechar estos buenos precios que presentan tanto soja como maíz para la 2015, lo peor que puede pasar si nos equivocamos en la percepción es una disminución en las rentabilidades, que es preferible a entrar en zona de quebrantos si los precios disminuyen.
Mientras tanto las noticias del mercado siguen impactando en las cotizaciones de los granos al aguardo de las noticias del Informe USDA de Mañana.