El secretario de Transporte de la Provincia, Carlos Rodríguez, dictó anoche una nueva conciliación obligatoria en el conflicto del transporte urbano de la ciudad de Córdoba.

A la semana larga de conflictos de distinta intensidad que acumula ya el transporte urbano de Córdoba, hoy la seguirá un día de respiro para los usuarios: los choferes anunciaron que los servicios se prestarán con normalidad, aunque esa bien podría ser la calma que precede a otra nueva tormenta.

Es que, a partir de las 16, la conducción del gremio definirá si operativiza y con qué modalidad un paro por 24 horas para mañana que viene madurando desde hace varios días.

La decisión en ese sentido se tomará pasado el mediodía, cuando los choferes constaten en sus respectivas cuentas bancarias si les liquidaron los salarios con el aumento que ellos demandan o no.

En rigor, esa verificación será apenas una formalidad, porque ayer, durante una nueva audiencia de conciliación celebrada entre el gremio y las empresas prestatarias en el Ministerio de Trabajo provincial, ya quedaron prácticamente echadas las cartas.

Cada parte se mantuvo en su posición inicial y así la posibilidad de un acuerdo económico se terminó de diluir, tras una semana de deliberaciones.

La empresa municipal Tamse y también las privadas Coniferal y Ciudad de Córdoba anticiparon que hoy completarán los salarios de mayo conforme la escala vieja (el pasado lunes 20 ya habían depositado un 40 por ciento de esa liquidación) y para el viernes prometen abonar el aumento.

En este último concepto ofrecen un total de 2.023 pesos por chofer, compuestos así: 1.623 pesos que surgen del acuerdo paritario de UTA nacional, más 400 pesos correspondientes a un no remunerativo vigente desde octubre pasado.

La pretensión empresaria inicial apuntaba a ganar tiempo con esta propuesta y a seguir discutiendo con UTA la cuestión de fondo, esto es, cómo se impacta en la escala local el acuerdo nacional.

Por el contrario, UTA rechazó esa oferta y exige un formato de aplicación de la paritaria que llevaría el aumento salarial a cerca del 30 por ciento.

De esta manera, consolidaría el diferencial en su favor que sistemáticamente ha venido obteniendo en los últimos años, en comparación con lo que discute y acuerda UTA nacional.

Las empresas del transporte urbano aducen –las tres por igual– que con este desfasaje en los costos laborales y por contraparte la caída en los subsidios que envía la Nación, el sistema de Córdoba se hace cada vez más inviable.

“Los costos son cada vez mayores y no hay dónde echar mano a más recursos. La Nación no nos va a mandar más plata por el solo hecho de ser Córdoba”, señaló un empresario.

Para colmo de males, los subsidios que sí ha girado la Casa Rosada, estarían demorados en oficinas provinciales por cuestiones burocráticas.

“Por el reciente cambio de ministro de Transporte (Héctor Paglia asumió en lugar de Dante Heredia), no había quien firmara los expedientes. Esperemos que esto finalmente se destrabe”, comentó un directivo de Tamse.