Muchas personas creen que los implantes no son para toda la vida, si no se cuidan adecuadamente se pueden perder. Los implantes no son la excepción a otros tratamientos odontológicos, y se deben cuidar incluso más que las piezas dentales naturales.

El primer indicio de que hay un problema en un implante es porque empieza a sangrar. Y se empieza a desarrollar la periimplantitis.

La periimplantitis puede ser de dos tipos, en un caso afecta sólo la encía, y en otro caso más grave afecta la encía y el hueso, el implante se afloja y con el tiempo se sale.

Hay dos momentos en que se puede salir un implante. A los pocos meses de haber sido colocado, si es que no se soldó bien al hueso. Y a largo plazo por una periimplantitis.

Para prevenir la periimplantitis alcanza con tener una estricta conducta de higiene bucal y buen cepillado. Y, por supuesto, una consulta periódica al odontólogo, aun cuando no haya algún problema a simple vista.

Consultas e informes:

Odontólogo Mauricio Kremer

Consultorios Kremer

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